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Los jueces se quejan de la incomunicación y deficiencias del nuevo edificio de la Audiencia

Un edificio inteligente plagado de contrastes. El efecto lupa de las enormes cristaleras que pueblan la nueva sede de la Audiencia Provincial del Madrid está provocando situaciones extremas. Un fiscal detalla una de ella: "Si tienes la desventura de que tu despacho está expuesto al sol, te fríes, aunque en ese momento funcione el aire acondicionado; y si es al contrario, te hielas. Está climatizado, sí, pero los cristales hacen un efecto lupa terrible...". Aunque el nuevo edificio es más amplio que el anterior, a la mayoría de los magistrados de la Audiencia no les gusta.

El nuevo edificio (situado en la calle de Santiago de Compostela, cerca de La Vaguada) vendrá a sustituir al ya antiguo de la calle de Cartagena. Ahora mismo está inmerso en plena mudanza, que se inició el pasado 12 de enero y que deberá estar concluida el próximo 2 de febrero.Una de las preocupaciones de los trabajadores de la Audiencia Provincial de Madrid, aparte de la deficiente comunicación de la nueva sede, es su sistema de climatización.

"Al ser un edificio inteligente, sus ventanales deben permanecer cerrados", explica un alto funcionario. Y añade: "El aire acondicionado es un transmisor idóneo de virus. En este edificio, la posibilidad de contagios es elevada; máxime en un lugar al que diariamente llegan presos con causas pendientes y graves problemas de salud... Existe un sistema que filtra el aire a través del agua y que sí ofrece garantías, pero ese mecanismo, cuyo coste es de unos 20 millones de pesetas, no nos lo han puesto aquí".

La "precipitación" con que se está desarrollando la mudanza desde la calle de Cartagena al edificio próximo a La Vaguada también irrita a algunos jueces. El nuevo inmueble, alquilado por el Ministerio de Justicia a un particular, tiene 16.000 metros cuadrados, casi el triple que el antiguo. Justicia paga mensualmente casi 1.300 pesetas por cada metro cuadrado de la nueva sede de la Audiencia.

Juicios suspendidos

La Sección 17 de la Audiencia se ha visto obligada a celebrar en tres tiempos el juicio del mayordomo acusado de matar a martillazos al empresario Fermín Canales. La vista comenzó en la antigua sede de la calle de Cartagena. Pero el tribunal tuvo que suspenderla hasta el día 21 para hacer la mudanza. Ese día tuvo que aplazarla otra vez por problemas de mantenimiento del edificio: se fue la luz varias veces, y la ausencia de persianas en las cristaleras hacía que el sol deslumbrara a los magistrados de modo que les impedía ver bien el estrado.Con todo, la incomunicación del nuevo edificio, alejado de las rutas del transporte público, es lo que más preocupa a jueces y fiscales. Por las inmediaciones del nuevo edificio pasan ahora mismo tres líneas de autobuses, pero ninguna de ellas tiene parada en la puerta de este edificio judicial, un lugar por el que diariamente pasa cerca de medio millar de personas, entre funcionarios y testigos.

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Los responsables de la Audiencia solicitaron oficialmente hace varios meses al Ayuntamiento de Madrid, del que depende la Empresa Municipal de Transportes, que crease tres líneas de autobuses directas con salidas desde Cuatro Caminos, hospital Ramón y Cajal y plaza de Castilla. Pero no han conseguido demasiados avances. Aún siguen esperando.

Un magistrado se lamenta: "No se puede poner un edificio público de estas características en un lugar tan escondido".

Un 30% de los funcionarios de la Audiencia (dotada con una plantilla próxima a las 250 personas) decidió marcharse a fines del pasado año a otros órganos judiciales tras conocer la alejada ubicación de la nueva sede.

El secretario de la Audiencia de Madrid, Francisco Javier de Frutos, explicó hace unos días: "Estuvimos mucho tiempo buscando un lugar más céntrico; por ejemplo, recorrimos toda la Castellana, pero no encontramos ningún lugar adecuado".

El Ministerio de Justicia sigue negociando con la Comunidad de Madrid y con antiguos propietarios de una finca situada en la plaza de Castilla para levantar en esa zona una ciudad de la justicia.

Este proyecto, según Justicia, está muy avanzado, aunque los responsables de la Consejería de Obras Públicas tendrán que resolver antes los problemas con los antiguos propietarios que fueron expropiados hace muchos años para instalar en el lugar los depósitos del Canal de Isabel II. Los propietarios solicitan ahora el derecho de reversión de sus terrenos al conocer los planes autonómicos para convertir la finca en un nuevo espacio de oficinas.

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