El cielo se gana en el agua
Acabamos de ser campeones del mundo y los elogios no se han agotado todavía. Aunque sé que la gloria es fugaz. En mi interior se produce una doble sensación. He leído que somos los mejores del mundo, el equipo de la década, el dream team. Y eso es algo que me llena de orgullo y que de alguna manera recompensa nuestros esfuerzos. Pero al mismo tiempo todos esos elogios me hacen recordar de forma inevitable el montón de obstáculos que hemos tenido que superar.Obstáculos de todo tipo. Todos nos van a recordar por las victorias; pero nadie sabe lo que hemos sufrido. Pocos conocen la amarga escena que comtemplamos el día que visitamos a Jesús Rollán con las dos piernas operadas, destrozadas. Pensábamos que no se recuperaría jamás, que no sería capaz de volver a jugar. Y sin embargo lo logró.
Nadie sabe lo que pasé el día que le partieron la mandíbula a Txiqui Sans, además aquí en Italia, donde hace ya catorce años me instalé, me convertí en un profesional y formé mi familia. El pobre Txiqui tenía que utilizar una paja para comer.
Nadie sabe las lágrimas que derramamos en Seúl cuando dos equipos pactaron el único resultado que nos impedía el pase a las semifinales. Más conocida fue nuestra rabia por no haber podido rematar el título en Barcelona 92 tras aquella final con tres prórrogas con Italia. Nadie sabe las discusiones que nos ha costado nuestra. pasión por este deporte, por superamos, por conseguir que el grupo funcionara como lo ha .hecho.
Nadie sabe que antes de Atlanta discutí agriamente con uno de, mis mejores amigos en el equipo y que estuvimos al borde de la ruptura. Era una cuestión sobre waterpolo. Al final nos miramos a los ojos y comprendimos que era un tema insignificante comparado con los objetivos a perseguir. Nadie sabe que otro de nuestros compañeros en el equipo -no daré el nombre por supuesto- pasó una época fatal. Desaparecía varios días y nadie sabía donde estaba.
Nada nos ha caído del cielo. Todo lo hemos conseguido a base de esfuerzo y de trabajo. Me pregunto a veces cómo hemos logrado todos estos triunfos. Me digo que será una cuestión del destino, de generación espontánea. Será que hemos nacido más o menos en los mismos años una serie de jugadores extraordinarios. Si Chava Gómez hubiera nacido en los años 20 hubiera sido el mejor de entonces, si Pedro García hubiera nacido en los años 30 hubiera sido el número uno de la época... y así podría llenarse todo el siglo.
Me digo también que otra delas claves fue la incorporación de los jugadores madrileños, a una selección repleta de catalanes debido a que Cataluña acapara este deporte en España. Creo que fue alrededor de 1987 cuando García, Rollán, Chava Gómez, Oca -queya no está pero que fue muy importante-, y ahora Iván Moro aportaron una mentalidad ganadora suplementaria. No es que los catalanes -no tengamos una mentalidad 'Positiva, pero somos más respetuosos hacia el rival. Recuerdo que uno de los primeros partidos por aquel entonces nos enfrentó a Rusia, una selección que nos ganaba siempre. Les aconsejábamos a los chavales: "Cuidado que hoy jugamos contra Rusia, que son unos tíos muy fuertes, que se las saben todas y que... " Y ellos me escuchaban y se decían entre ellos: "Va. Pero quién es Rusia. Los vamos a ganar". No tienen miedo a nadie, poseen valentía, una seguridad y una chulería positiva que se fusionó con la ambición de los catalanes del equipo. Es. lo que nos ha hecho superar los peores momentos, nuestra conciencia de grupo, mentalidad y ambición.
Se valorará mucho más lo que estamos haciendo cuando hayan pasado unos años. Ahora estamos muy satisfechos por cómo se nos están reconociendo nuestros triunfos. Pero normal.mente se habla de nosotros el día o la semana de una victoria. Proyectamos una imagen de equipo ganador, alcanzamos un prestigio enorme y considero que habrán aún más medallas. Esperamos que todo ello sirva de reflejo para la gente joven, que acuda más a las piscinas, que se interese por este deporte y que existan más posibilidades de que tengamos un relevo. Aunque tampoco es ese el único asunto porque de lo contrario no se entendería cómo estamos ganando a países como Hungría, Grecia, Estados Unidos, como tantos otros, que poseen muchísimas más licencias que España.
Ahora, bueno ahora no, desde hace, ya años, desde antes incluso de Barcelona 92, me preguntan de forma constante hasta cuándo voy a seguir en esto. Aún estábamos celebrando el título mundial en la piscina de Perth y la primera pregunta fue .esa. A veces me molesta. Es cuando veo cierta provocación en la pregunta. Otras veces me halaga. Lo he hablado esta misma semana con mi mujer, Silvia. Es una cuestión que tengo que responderme yo mismo día a día. Ahora "sino me pregunto y me respondo que estoy muy bien con este equipo. No sé si voy a continuar jugando un día, un mes o un año. La ilusión por disputar mi sextos Juegos Olímpicos es innegable por muchos motivos, entre. otros porque es algo que nadie ha conseguido. Es algo que me ilusiona pero que es muy difícil y que ahora mismo queda muy lejos.
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