Rojo receta a la banca que extreme el control de los Créditos y acentúe el control del gasto
El Banco de España está preocupado por futuro de las entidades financieras españolas. El gobernador, Luis Ángel Rojo, les ha recetado acentuar el control de los riesgos, vigilar los gastos, forzar al máximo las provisiones para evitar futuros problemas y olvidar las guerras de precios, según confirmaron fuentes financieras. El objetivo de estas recomendaciones es asegurar la salud de bancos y cajas, pero pueden frenar la reducción de los créditos al usuario en consonancia con la bajada de tipos oficiales. Rojo ha ido transmitiendo sus recetas a lo largo de las últimas semanas.
Hace algunas semanas, en la recta final del pasado año, Rojo convocó a una comida a los presidentes de los principales bancos: Emilio Ybarra (BBV), Emilio Botín (Santander), José María Amusátegui (BCH), Francisco González (Argentaria), Alfredo Sáenz (Banesto), los hermanos Luis y Javier Valls (Popular) y José Luis Leal (Asociación Española de Banca). también estuvo el subgobernador, Miguel Martín. Los mensajes a las cajas han llegado por otros canales.La autoridad monetaria les ha comunicado que ha observado un continuo estrechamiento de los márgenes. El incremento de la competencia que provocará la llegada del euro y los efectos que puede tener un cambio de ciclo centran los temores del Banco de España.
La primera de las recetas es que eviten enzarzarse en guerras de precios, especialmente de productos de activo, que deterioren aún más sus márgenes. La diferencia entre la remuneración del activo y del pasivo (véase gráfico) ha disminuido hasta menos de cuatro puntos.
Esta recomendación, según fuentes consultadas, hace especial hincapié en la subasta de los préstamos destinados a la vivienda protegida (VPO) ya que estima que se están ofreciendo unos precios que no tienen en cuenta el riesgo. Por iniciativa del Ministerio de Fomento, la mitad de los créditos incluidos en el plan de vivienda de 1997 se sacaron directamente a subasta. Ello provocó que algunas entidades acudieran a la subasta con ofertas que, en algunos casos, les hacían perder dinero.
Esta situación se puede agravar este año si prospera el borrador de real decreto que ha elaborado Fomento, puesto que la subasta será, en los próximos cuatro años, por el 100% de los préstamos, con la posibilidad de introducir retoques a la baja cada año. Ello ha causado cierta perplejidad entre bancos y cajas, por la contradicción entre los mensajes del Gobierno y los del Banco de España.
Control del riesgo
La segunda recomendación del Banco de España, muy ligada a la anterior, es que las entidades financieras deben extremar el control de los riesgos, es decir, vigilar que el margen que le reporta cada operación sea real. En ese sentido, al Banco de España le preocupa en extremo que no tengan en cuenta el riesgo que pueden contraer -como ha ocurrido en la VPO- por rebajar precios por el hecho de que la situación que ahora atraviesan en materia de morosidad es buena (ha bajado la media al 2,3% en bancos y 2,9% en cajas) y no tengan en cuenta que, pasado este periodo, pueden encontrarse con impagados y morosos que les devuelva a la situación de hace unos años (en 1992 y 1993 la media de morosidad superó el 6%, incluido Banesto).La preocupación de Rojo es que se den créditos teniendo en cuenta sólo la morosidad del momento y no la media del ciclo económico, que comenzaría en 1993. El objetivo del Banco de España es precisamente velar por la calidad del crédito, aunque eso encarezca su precio.
En el mismo sentido, Rojo insiste en aumentar las provisiones. La tesis que defiende el Banco de España es que, aunque han sido fuertes, las provisiones deben ser aún más elevadas. ¿Por qué? Porque es una buena estrategia aprovechar el buen momento actual para, en lugar de lucir unos beneficios exageradamente cuantiosos, guardar para momentos menos afortunados.
Otra reflexión transmitida por el Banco de España consiste en que los bancos y las cajas deben controlar los gastos, especialmente los de personal. Según la recomendación del banco emisor, se ha hecho un gran esfuerzo en reducción de gastos, pero es insuficiente.
