Un joven apuñala en Ávila a su ex novia y dos amigos

Un joven de 23 años apuñaló ayer en Avila a su ex novia, dé 18 años, con la que había roto relaciones, y a otras dos personas -un chico de 21 y una chica de 20- que se encontraban con la víctima y que salieron en su defensa. Los heridos fueron ingresados en el hospital del Insalud, donde permanecen en situación estable dentro de la gravedad. El agresor, domiciliado en Valladolid y estudiante en Ávila, se entregó poco después a la policía. Según los investigadores, poco antes de las 15.15 horas, un vecino del domicilio de la joven, donde ocurrieron los hechos, llamó al 091 para anunciar que se había producido una reyerta con heridos.

L. E. G. M., que en Navidad había roto relaciones con su novia, acudió a casa de ésta a recoger los regalos que le había hecho mientras habían sido novios. .Antes de la agresión, ambos comenzaron a discutir. Ante los gritos de ella, sus dos amigos, también estudiantes, entraron en la habitación a ayudarla, pero también fueron atacados con la navaja, de nueve centímetros de hoja. El agresor acudió un cuarto de hora después a la comisaría con las manos y la ropa ensangrentadas y con heridas en el rostro. Allí informó que acababa de apuñalar a tres personas y que la navaja la había arrojado a un contenedor de basura, cerca de la estación ferroviaria.Según informaron en el hospital, la novia del agresor, M. A. B. G., fue intervenida de lesiones en el pulmón derecho y el estómago. El joven A. M. P. presentaba heridas -en el costado izquierdo, en la rodilla y el tobillo, y la otra joven, M. B. H., fue atendida de diversas heridas.

La crónica negra de los malos tratos a mujeres tuvo ayer más protagonistas. En Roses (Girona), trascendía que Carlos Mosquera, que el pasado 26 de octubre disparó cinco tiros contra su mujer durante una discusión familiar, se encuentra ya en libertad, desde hace dos meses, pese a que está acusado de homicidio y tenencia ilícita de armas. Mosquera disparo con un revólver a su mujer delante de sus dos hijos. Ninguna de las balas afectó a órganos vitales de la víctima.

Junto a esta decisión polémica, un fiscal de Barcelona, Miguel Ángel Pérez de Gregorio, rebajaba ayer a la mitad la pena de dos años de prisión que había solicitado para Manuel Molina Martínez por fracturarle la nariz a su ex mujer, que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. El fiscal considera que su decisión es "proporcional a los hechos" porque, argumenta, la lesión es "leve" y porque el acusado carece de antecedentes penales. Sostiene que el caso podría haber acabado con una multa de 500.000 pesetas.

En Bilbao, por contra, un hombre de 40 años, J. M. R. G., ingresaba en prisión acusado de quebrantar una orden judicial que le prohibía acercarse a su mujer. El auto había sido dictado después de que ella le denunciase en varias ocasiones por malos tratos. El acusado fue detenido el jueves por la noche tras acudir al portal de la vivienda donde su esposa vive ahora, amenazarla de muerte, insultarla y montar un gran escándalo, informa Naiara Galarraga. Tras pasar a diposición judicial, el juez decretó su inmediato ingreso en prisión.

El auto de alejamiento prohíbe a J. M. R. G. acercarse a su esposa e hijos. Según la denunciante, no era la primera vez que su marido se acercaba a ella pese a la orden dictada.