María Peláez terminó 14ª

Perth se despidió con una fiesta. No podía ser de otra manera, porque, la última jornada fue lo máximo para los nadadores australianos. Susan O'Neill voló sobre el agua en los 200 mariposa y consiguió una marca de 2.07.93. que no se veía desde que la mítica estadounidense Mary T. Meagher se retiró de la piscina. El jovencísimo Grant Hackett, de 17 años, venció los 1.500 libres logrando la tercera marca de la historia (14.51.70) y el héroe Michael Klim se colgó al cuello la cuarta medalla de oro con el relevo de 4 x 100 estilos. El delirio.No salieron con la cabeza tan alta los nadadores españoles, que vieron cómo María Peláez, campeona de Europa de 200 mariposa, quedaba apeada de la final A por la mañana y tenía que conformarse con el puesto 14 de la clasificación general cuando partía como favorita para los primeros puestos. Ni ella ni Bárbara Franco, la otra representante española en la prueba, pudieron mejorar en la final de consolación las marcas de por la mañana. Peláez acabó con un más que discreto 2.14.76 que le valió el quinto puesto en la serie. Franco acabó la carrera en 2.15.80, y entró sexta de la serie. Tampoco las nadadoras chinas han obtenido resultados espectaculares. Las 25 medallas que esperaban obtener en pruebas individuales se han quedado finalmente en seis, y en los relevos ni siquiera han llegado a clasificarse entre las primeras. El escándalo de las sustancias prohibidas halladas a la bracista Yuan Yuan y el positivo en el control de dopaje que dieron cuatro componentes del equipo les han pesado. Pero hasta ahora ningún miembro del equipo lo había confesado abiertamente. Sólo ayer la velocista Ying Shan, que ganó el bronce en los 50 libres, rompió el silencio chino para atacar a la organización de los campeonatos y a la prensa australiana. "Nos han hecho sentir como criminales, y eso nos ha afectado mucho", se quejó.