Tregua política en Brunete para aprobar el plan de urbanismo
La batalla política de Brunete (3.934 habitantes) vivió el viernes un alto el fuego. La mayoría de los concejales (todos menos los dos de IU), incluido el alcalde, el independiente Julio Fernández, dejó de lado el continuo enfrentamiento en el que conviven para relanzar el urbanismo del municipio. Los cinco ediles del Partido Popular, el del PSOE, uno independiente y Fernández aprobaron, en un pleno extraordinario y por unanimidad, el nuevo plan urbano.Brunete estiraba desde hace ya 17 años el mismo diseño de la ciudad. El pleno aprobó la construcción de 4.000 nuevas viviendas (ahora hay unas 1.500) en ocho años, con lo que se incrementará hasta los 12.000 habitantes la población.
A la portavoz del PP de Brunete, Concepción Iglesias, no le hizo mucha gracia acudir al pleno extraordinario convocado por el alcalde sin que figurara entre los puntos del orden del día la votación de la moción de censura que destronaba a Fernández del puesto y la sentaba a ella. "Convocó el pleno porque no puede quedarse impasible viendo cómo se hunde Brunete", declaró. Iglesias y sus compañeros de partido le han puesto una querella criminal y un recurso contencioso adrninistrativo al alcalde porque éste se negó a convocar por dos veces el pleno de la moción.
Argumentos
Uno de los argumentos de Iglesias para interponer la moción era que "el alcalde estaba paralizando el desarrollo del pueblo", según aseguró. Pero, con la convocatoria de un pleno para debatir el futuro urbano de la localidad, Fernández se las ha ingeniado para rebatir la postura del PP. Por un lado, si la oposición no aprobaba con sus votos el nuevo plan, se quedaba sin argumento a la hora de culpar al alcalde de bloquear el crecimiento del pueblo. Por el otro, si la oposición votaba a favor del plan, demostraría que el pueblo sigue adelante a pesar de que el alcalde gobierna en solitario.Iglesias aseguró hace varios meses que no iba a participar en ningún pleno más salvo que llevara el debate de la moción. Ayer justificó su cambio de postura con el siguiente razonamiento: "Lo único que he hecho es actuar en defensa de los intereses de los vecinos", y apunta que "el plan ha sido elaborado por todos los concejales del Ayuntamiento".
La propuesta de aparcar las diferencias políticas, que han derivado al plano personal, entre los ediles surgió del representante socialista. "No podíamos dejar que Brunete se quedara empantanado por la cacicada del alcalde", señaló Juan Antonio Turrero, portavoz socialista. "El único perjudicado de la grave situación política que se vive aquí es el vecino que paga sus impuestos pero no recibe nada a cambio", añadió Turrero.
El pleno también aprobó la creación de una comisión de urbanismo en la que se definirá con mayor precisión el nuevo plan.
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