La Audiencia reclama al alcalde autobuses para su nueva sede

La Audiencia de Madrid ha pedido oficialmente a la Empresa Municipal de Transportes que habilite al menos tres líneas de autobuses directas para su nueva sede, en la calle de Santiago de Compostela, 96, en el distrito de Fuencarral. Un 30% de los funcionarios judiciales de la Audiencia (en ella trabajan 230 personas) se ha marchado a otros órganos tras conocer la pésima comunicación de la nueva sede. El autobús más próximo (línea 127), tiene una parada a más de doscientos metros de la puerta principal y la estación de metro más cercana, Barrio del Pilar (línea 9), está a más de un kilómetro.

La Audiencia es el órgano en el que se juzgan los delitos más graves (asesinatos, estafas, robos) que se cometen en la región. Aparte de los funcionarios y jueces, por ella pasan a diario alrededor de medio millar de personas, la mayoría citadas por los diez tribunales para testificar en juicios.Francisco Javier de Frutos, secretario de gobierno de la sección penal de la Audiencia, lamenta que la EMT no haya dada aún una respuesta concreta a la petición que hace dos meses le formuló la Audiencia para que habilitase tres líneas de transporte directo; en concreto, una que salga desde la plaza de Castilla, otra desde Cuatro Caminos y la última con inicio desde el hospital Ramón y Cajal.

Estas líneas, en opinión de la Audiencia, deberían entrar en funcionamiento ya, al menos hasta que se inaugure la estación de, metro de Peñagrande, enmarcada en la ampliación de la línea 7.

La Audiencia se encuentra en plena mudanza, que se desarolla de forma escalonada: comenzó el día 12 y todo debe estar listo para el 2 de febrero. La Audiencia abandona, pues, su actual ubicación en la calle de Cartagena, cerca de María de Molina, para irse a un edificio inteligente que ocupa 16.000 metros cuadros, tres veces mayor que el de la calle de Cartagena. Aun reuniendo mejores comunicaciones que el nuevo edificio, la ya vieja sede ha sido desechada por carecer de unas mínimas condiciones de habitabilidad. Sus salas de vistas eran pequeñas y estrechas y, para colmo, tenían gruesas columnas en medio que dificultaban seriamente la visibilidad en su interior. Los jueces tenían problemas incluso para observar desde el estrado a los acusados. Catorce salas de vistas, sin columnas y el doble de amplias que las de la vieja sede, conforman el nuevo edificio, que se eleva 13 plantas.

El inmueble de la calle de Santiago de Compostela nacerá con una nueva sección penal, la número 23; es decir, dispondrá de un nuevo tribunal con tres magistrados. Ángel Hurtado, que hasta ahora trabajaba como magistrado de la Sección Séptima, tomó ayer posesión como presidente de esa nueva sección.