_
_
_
_

Ejercicio de voluntarismo

El Valencia, incapaz de superar al Mallorca

, Impotencia. El Valencia no pudo. Dio todo. Lo intentó de veras, pero ésta es su auténtica realidad: la implacable incapacidad ante un rival apocado y triste, el Mallorca, muy obsesionado con el empate. Algunos se acordaron de Ortega, ausente por la cruenta guerra con el entrenador. Otros apoyaron silenciosamente al técnico. Pero la mayoría aceptó con resignación el lamentable destino de su equipo, inmerso en una crisis permanente. Eso en la noche en la que el Valencia recuperó afortunadamente a Gerard en la dirección del equipo y a Fernando, en la media punta, desde donde se convirtió casi en la única baza amenazante para la meta de Roa. Fueron los más destacados. El Mallorca, en cambio, se refugió en el empate y sólo quiso la victoria por un lado, el izquierdo, donde avanzaron con elegancia Stankovic y Romero.

En el primer tiempo, Mestalla se llevó una alegría. Descubrió un medio centro, de los de verdad. Gerard. Uno de esos futbolistas capaces de repartir juego a borbotones. Con inteligencia, buen gusto y naturalidad. Y lo descubrió Mestalla porque Ranieri lo ha marginado a la grada desde su llegada. Sin ningún motivo aparente, a no ser que su excesiva juventud sea un pecado demasiado serio para el técnico italiano.

Ayer, Gerard dio muestras de sus habilidades en la elaboración al tiempo que encontró un íntimo aliado en Fernando, que halló vías de comunicación inexploradas con el centrocampista catalán. Otra cosa era la escasez de delanteros de los que disponía el Valencia para hacer efectiva esta unión. Muy pocos. Si acaso Illie, que participó con timidez.

En cualquier caso, el equipo de Ranieri mejoró respecto a pasadas comparecencias. Fue más respetuoso con el balón y aplacó los encendidos ánimos de sus feligreses. Pero el Mallorca consiguió apelmazar el partido. Lo convirtió en un fósil, conocedor de las agonías del Valencia cuando acarrea el peso de la cita. El absentismo del Mallorca y la incapacidad del Valencia trajeron el choque directamente al estercolero. Sin nada que rescatar salvo la ovación que la grada le tributó a los ex valencianistas Gálvez y Engonga, muy queridos en Valencia.

Y para empeorar la situación, Ortega contestó a Ranieri: "No me iría con él ni a tomar un agua mineral".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_