Anoeta alivió las penas del Madrid
, La Real Sociedad calmó los ánimos del Madrid. El empate del Barcelona, las circunstancias en las que nuevamente se produjo, psicológicamente tan nocivas para la plantilla azulgrana, alivió al conjunto blanco. El punto obten*do en el Calderón adquirió un valor estupendo y la tormenta que se anunciaba por Chamartín se suavizó. Pero algunas evidencias no pueden quedar tapadas por los resbalones ajenos.
El Madrid dio una mala imagen en el Calderón, sólo endulzada a última hora por la refrescante aportación de Savio. El equipo jugó con un miedo impropio de su categoría, el mismo que enseñó el Barça en Chamartín y al que se agarró el conjunto blanco para cuestionar entonces su derrota. Frases como las que pronunció el sábado Santiago Cañizares "jugamos de tú a tú al Atlético", afirmó con satisfacción- son de las que escuecen en el madridismo, cuyo orgullo obliga a que sea el contrario el que tenga que intentar jugar de tú a tú al Madrid. Y Jupp Heynckes quedó en mal lugar, se mire por donde se mire, por su reconversión táctica.
Si Heynckes recurrió al doble pivote (Jaime y Redondo) por plegarse a las presiones del vestuario -lleva media temporada reclamando la vuelta a este esquerna- y la directiva, su autoridad ha quedado zarandeada. Si lo hizo para demostrar el error de los que le presionaban -el remedio no sólo no liberó al equipo de los problemas defensivos, sino que lo dejó sin argumentos ofensivos-, también mal: las ideas de un entrenador no necesitan de estas pruebas, y menos en un derby. Y si lo hizo por una repentina convicción -lleva todo el curso sosteniendo que este esquema sólo es aconsejable en situaciones puntuales, para manejar un resultado favorable-, simplemente se equivocó. El Madrid jugó peor en el Calderón de lo que lo había hecho en toda la Liga.
Los futbolistas quieren jugar como lo hicieron el sábado, basta atender a sus declaraciones para darse cuenta. No hubo reproches al planteamiento del equipo, al contrario. Por ejemplo, Roberto Carlos afirmó ayer que la presencia de Redondo y Jaime como pivotes dio más tranquilidad al equipo: "Estábamos acostumbrados a jugar de esta manera con Fabio Capello. Heynckes ha cambiado un poco este año porque es su forma de entrenar y lo hemos entendido. Pero él ha visto que la mejor forma de jugar hoy por hoy para que la defensa no esté muy abierta es con dos pivotes. Entendemos y respetamos su opinión. Él sabe lo que es mejor". El brasileño sólo reconoció como errores "la falta de atención, el mal posicionamiento de algunos y unos movimientos mal ejecutados", pero nunca el sistema.
De momento, el club ha preferido referirse a la actuación de Savio para augurarse un buen futuro. Y el Barça remató con su tropiezo el consuelo blanco. Pero el debate, la crispación incluso, sigue por dentro. El Madrid necesita equilibrarse -jugar bien en ataque y no realizar concesiones en defensa- para conquistar empresas tan importantes como a las que, aspira. Y hasta la fecha no lo ha conseguido.
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