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Un edificio en busca de la multiplicación

, El Ayuntamiento y la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad no permiten que se toque ni un ladrillo de este cine: está construido en uno de los inmuebles emblemáticos de la ciudad, pues, cuando se levantó el edificio Carrión, en 1933, supuso un hito por su aportación en técnicas constructivas y nuevos materiales.

Los propios arquitectos, Luis Martínez Feduchi y Vicente Eced, diseñaron también su mobiliario interior.

El cine sigue en manos de la familia Carrión. Su propietario ahora es Enrique Falcó, nieto del fundador, que ha solicitado sacar más salas de este cine para 1.400 espectadores. Saben que la sala grande nunca se podrá tocar. Ahora intentan obtener dos salas más desde otros espacios del edificio. Lo que tiene claro la familia Carrión, según un portavoz de la empresa, es que el Capitol será siempre un cine.

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