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Cárcel para un invidente que fingió ser dueño de un brillante

Un invidente y su esposa han sido condenados cada uno a siete meses de cárcel por apropiarse de una lujosa sortija de brillantes tras fingir ante la policía que eran los dueños.Emilio G. S. y su esposa, María E G., se enteraron en junio de 1994 de que en la comisaría de Ventas se exhibían joyas decomisadas como supuestamente robadas. El matrimonio, provisto de una denuncia en la que decían haber sufrido el robo de una sortija, identificó como propia una sortija con un diamante en el centro y otros 12 en los laterales más pequeños. La pareja, para conseguir que la policía le creyera, como al Final ocurrió, mostró una factura de una joyería en la que figuraba que la habían adquirido por 190.000 pesetas.

Todo era una farsa, pues las características de la sortija que figuraba en la denuncia de los condenados y la que se llevaron a casa eran bien distintas. La alhaja que la pareja se llevó a casa valía casi un millón más que la de la denuncia. Según la sentencia, esa sortija era en realidad del dueño del taller joyero. La pareja, tras ser llamada luego por un juez para dar explicaciones, falsificó la factura inicial y colocó un uno delante de las 190.000 pesetas. Varios jueces investigan hoy a otras personas que se llevaron joyas de esa exposición policial.

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