'La oferta cultural de Madrid me parece una gozada"
Josu Yeregui escondió entre su maraña de rizos una fina coleta que le llega hasta la mitad de la espalda para cantar en la gala inaugural del teatro Real de Madrid, junto a los demás componentes del Orfeón Donostiarra. Su voz de barítono de 17 años, la misma que escucharon la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín cuando se casaron en la catedral de Barcelona, brilló mucho más que la discreta horquilla con la que se sujetó esa trenza, salvada del riguroso canon de peluqueria exigido para representar semanas atrás La vida breve y El sombrero de trespicos, de Manuel de Falla. Ahora echa en falta la melena que le cubría los hombros y con la que ha actuado en más de 40 ocasiones durante este año en el que el prestigioso coro al que pertenece celebra su centenario, aunque en los camerinos del Real no le quitaron su condición de integrante más joven del grupo.Pregunta. ¿Tiene algún trato de favor por ser la persona de menos edad de los 180 hombres y mujeres que forman el Orfeón?
Respuesta. Reconozco que me miman mucho y me cuidan muy bien. No me puedo quejar. Claro que ellos me utilizan como la mascota, sobre todo en las recepciones oficiales.
P. ¿Le vigilan también la hora en que se acuesta? .
R. El director se fía de los más jóvenes porque, aunque sabe que somos juerguistas, siempre nos cuidamos para la hora del concierto, pero que conste que los de 40 años también se vienen con nosotros cuando vamos a una discoteca.
P. ¿Así que le gusta Madrid para divertirse?
R. Sí; pero, sobre todo, me parece una gozada la oferta cultural, porque aquí hay mucho donde elegir. Lo que peor llevo es la contaminación y el jaleo de gente que hay por todas partes. En comparación con San Sebastián, donde en dos pasos has recorrido la ciudad, las calles de Madrid son agobiantes.
P. Después de la gala inaugural han actuado otras veces en el teatro Real. ¿Qué le parece cómo ha quedado?
R. Me gusta mucho. Tiene unas cualidades técnicas impresionantes. Aunque durante la ópera algunas personas se quejaban de que no se oía bien al coro, supongo que sería porque teníamos un ballet delante. De todas formas, me quedo con el Auditorio Nacional, porque tiene una acústica fantástica.
P. ¿Qué opinión tiene del público madrileño?
R. En el teatro Real cuesta mucho arrancar aplausos, pero, en cambio, en el Auditorio el público es una locura, se entrega por completo a nosotros.
P. En Madrid es tradición que el alcalde cante un villancico para inaugurar el mercado navideño de la plaza Mayor. ¿Le daría algún consejo como barítono? R. Que no cante a la ligera y se lo piense dos veces.
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