El presidente de Kenia denuncia un fraude a favor de la oposicion
La segunda jornada de las elecciones kenianas, prorrogadas el lunes 24 horas ante el desastre organizativo, se desarrolló ayer en un caos similar. El presidente, Daniel arap Moi, que se postula para un quinto y último mandato al frente del país tras gobernarlo con mano de hierro durante 19 años, denunció de forma sorprendente la existencia de un fraude a favor de la oposición. Esto parece demostrar que las cosas no le van tan bien como preveía al principio.
El lunes, la oposición acusaba al Gobierno de fraude; ayer, era el Ejecutivo el que acusaba a la Comisión Electoral nombrada por el presidente de favorecer a la oposición. El tremendo desbarajuste del día de las elecciones (muchos colegios no pudieron abrir sus puertas o sufrieron retrasos de varias horas por falta de urnas o de papeletas) debía favorecer, en principio, al partido del poder, la Unión Nacional Africana de Kenia (KANU).Las zonas más afectadas por el caos son aquellas en las que KANU es más fuerte. El presidente Moi, el último dinosaurio político de los grandes autócratas africanos (comparable a Mobutu Sese Seko, su amigo y aliado), reaccionó ayer con cólera. Canceló la conferencia de prensa que tenía previsto ofrecer en Nairobi y utilizó la radio oficial para arremeter con gran dureza contra la Comisión Electoral, de la que dijo tiene la "voluntad evidente de trucar las elecciones para beneficiar a la oposición".
Este enfado es incompatible con alguien que estaba seguro de su victoria por una diferencia de 20 puntos sobre el segundo.
La Comisión Electoral realizó ayer un llamamiento a la Fuerza Aérea keniana para que ayudara a trasladar algunos de los materiales que faltaban en los colegios e impedir una suspensión parcial de los comicios en algunas circunscripciones. La prórroga hasta el martes de las elecciones no ayudó a solucionar los problemas organizativos, pues ayer se repitieron las colas. Además, se dio la circunstancia de que mientras que en unos puntos del país se votaba, en otros, con las urnas cerradas, se escrutaban las papeletes y anunciaban los primeros resultados en algún distrito, ganado por la oposición del Partido Democrático.
La prensa local, incluso el independiente Daily Nation arremete, contra la Comisión Electoral. Esta tampoco se salva de las iras de la calle. El Daily Nation, no vinculado a los partidos en liza, calificó sin rodeos de "chaplinesca" la jornada electoral del lunes. En su editorial dice que se trata de "una desgracia nacional y un insulto a los votantes".
Nadie sabe cuándo serán dados a conocer los resultados oficiales. El KANU, pese a la crítica de su líder, no cree que sea necesario repetir los comicios. Fuentes diplomáticas en Nairobi creen que el país se dirige al peor escenario, el de la confusión. Un escenario que puede favorecer un estallido de violencia.
Daniel arap Moi se enfrenta además a la presión internacional. Este año, tanto el fondo Monetario Internacional como sus principales inversores suspendieron las líneas de crédito (lo que provocó el hundimiento de la moneda), vinculando su reaunudación a la limpieza electoral y al fin del estado general de corrupción que vive el país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.