HUMILDE HERENCIA
Un anciano estadounidense descrito como humilde, sencillo y campechano, que durante años compartió un desayuno de tres dólares con un amigo, sorprendió a todos cuando, tras su muerte, se supo que había donado 32 millones de dólares (4.800 millones de pesetas) a diversas instituciones de la ciudad de Marion (Ohio). George Alber, que falleció a los 92 años, jamás habló acerca de su fortuna con nadie, ni con sus amigos íntimos con los que solía reunirse cotidianamente en un café. Vestía de forma sencilla, era muy humilde pero también generoso con todos, según dijeron quienes se relacionaron con él. Alber hizo su fortuna con negocios de fertilizantes. -
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