Los españoles se gastan en la Lotería de Navidad 250.000 millones de pesetas
Hay quien cree que la fortuna pisa los talones a las desgracias. Así que las dramáticas inundaciones de Badajoz o la rotura del depósito de agua en Melilla -que se han cobrado en conjunto 35 vidas- ha disparado en estas localidades las ventas de la Lotería de Navidad, cuyo sorteo se celebra hoy. Un total de 250.000 millones de pesetas -13.000 milones más que en 1996- han destinado , en esta ocasión los españoles -unas 6.500 pesetas cada uno- a perseguir una suerte que, estadísticamente, no ha cumplido apenas con estas supersticiones.
En bares y tabernas, en oficinas y mercados, el sonsonete de los 32 niños del colegio de San Ildefonso cantando por televisores y radios los números y los premios del sorteo más popular marcará la jornada más navideña y menos religiosa de estas Fiestas. Por primera vez se mezclará la tradición con el futuro. Aunque el sistema será el clásico de bombos -en uno, los números; en otro, los premios- los cibernautas podrán ir conociendo los resultados por Internet.Pero, si la entrada en Internet supone el paso hacia la tecnología, la Lotería de Navidad sigue siendo objeto de supersticiones, augurios y creencias que en ocasiones rozan lo esperpéntico o lo macabro. La creencia de que una gran desgracia atrae la suerte ha hecho, por ejemplo, que en Melilla, ciudad castigada por la rotura de un depósito de agua que causó la muerte de once personas, se haya disparado la compra de lotería. La venta de billetes ha sido un 45% superior a la de 1996. Un total de 139 millones han destinado los melillenses a perseguir la suerte. Y los no melillenses. Ha habido gente que ha ido hasta allí con el único fin de comprar lotería.
Y, si fue un 17 de noviembre el día negro de Melilla, el 17 ha sido la terminación más solicitada junto con la 76, que, dicen, significa agua.
También en Badajoz, aún reciente el recuerdo de las inundaciones que se llevaron la vida de 24 personas, la gente se ha volcado en comprar lotería.
La locura, tal como cuenta Efe, llegó en Melilla hasta el extremo de que se pidiera a una administración de Salamanca algunos décimos con el número 17.119, ya que los jugadores apostaban por ese número que reúne la fecha de la tragedia, 17 del 11 (noviembre) y el número de muertos que se contabilizaron en un principio, 9 (la cifra de víctimas subió hasta 11 en días posteriores). Curiosamente, en Melilla jamás ha caído El Gordo, el primer premio.
La suerte suele estar reñida con la estadística, pero hay aficionados que tienen en cuenta todos los factores. Por ejemplo, que el 5 es el número que más veces ha aparecido como cifra final del primer premio. Y, por la razón contraria, hay gente que rechaza décimos que terminen en 09, 10, 13, 21, 25, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 y 82. Nunca ha acabado así El Gordo.
Es raro encontrar algún español que no lleve en su bolsillo una participación, aunque sólo sea la de una peseta que algunos comercios regalan a sus clientes. Pero si es soriano casi seguro que jugará algo más porque es en Soria donde mayor pasión hay por este juego. De media, cada soriano ha invertido 10.406 pesetas. Los de Lleida y Madrid tampoco se quedan atrás: 10.156 pesetas. Los que menos son los de Huelva, que se juegan tan sólo 1.686 pesetas.
Los amigos de la estadística dirían que, al ser Madrid una de las comunidades que más juegan, es lógico que sea a la que la suerte más ha favorecido en el sorteo extraordinario de Navidad de la Lotería en sus 165 años de historia. En Madrid ha recaído el primer premio 72 veces. De ellas, 68 en la misma capital, lo que supone el 41% de las ocasiones, según datos del Organismo Nacional de Loterías (ONLAE).
La ciudad de Soria, con toda su afición y su gasto en lotería, no ha conseguido jamás ser visitada por la suerte para descrédito de los que creen en la infalibilidad de la causa y el efecto.
Anoche se hizo, ante testigos, el examen y recuento de las bolas de números y premios. Los bombos fueron cerrados con tres llaves. Se precintó el salón de sorteos, que volverá a abrirse a las ocho de la mañana de hoy. Media hora más tarde se constituirá la junta, se mostrarán al público las bolas y se transportarán hasta los bombos que comenzarán a girar. A partir de ahí, todo es cuestión de suerte. Doble suerte: que el número salga premiado y que lo sea con El Gordo.
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