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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Reclamaciones

Siempre, un día tras otro, los usuarios de la línea C-3 de Cercanías que cubre el trayecto Madrid-Aranjuez y viceversa, tenemos que soportar unos retrasos de cinco minutos, que se están haciendo habituales, en plena hora punta. Las consecuencias son que vamos apiñados unos contra otros y más te vale entrar en el tren como sea, porque si no tienes que esperar unos veinte minutos, aproximadamente, a que venga el próximo, y vuelta a empezar.Los horarios de estos trenes van desde las seis a las nueve de la mañana, de 15 en 15 minutos a partir de esta hora, y a lo largo del día, excepto en el rango horario de 14.00 a 15.35 y de 19.00 a 20.00, que aumenta en un tren más cada hora, son cada 30 minutos. En el rango horario de 20.00 a 21.00, que hay mayor afluencia de viajeros y se puede considerar hora punta, vamos igual o peor que a primera hora de la mañana.

Los viajeros nos quejamos al interventor, que es la persona de Renfe que está a la vista y puede transmitir las opiniones de los viajeros a sus superiores, y eso sí pasa, su contestación es que él no puede hacer nada (y lo entiendo), que pongas una reclamación en atención al cliente y, además (en algunas ocasiones), te dice que para Renfe esta línea no es rentable. ¿Por qué no es rentable? ¿Por qué las líneas de localidades limítrofes como la C-4 que une Madrid y Parla tienen una frecuencia de cinco minutos durante las tres horas punta del día y más unidades dobles? Si para tener un buen servicio hay que quemar trenes y cortar la vía, a mi entender hay maneras más pacíficas de solicitarlo, pero ustedes hacen caso omiso.

Señores de Renfe, en la línea C-3 nunca hemos hecho gamberradas, sólo reclamamos en atención al cliente (y sólo algunos, porque con tantos trenes que tenemos no nos sobra el tiempo) más frecuencia y unidades dobles para estas horas ya que, afortunadamente, somos muchos los que tenemos que desplazarnos para estudiar o trabajar.-

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