Los amigos Batliner y Gassner
El pleito civil en Liechtenstein fue instado por Banesto como resultado de la actitud del bufete de fiduciarios y abogados del poderoso Herbert Batliner, un hombre que estos días está en el ojo del huracán en Alemania.Precisamente, un empleado del departamento de informática de su bufete dejó el puesto y se llevó un disquete de ordenador. Allí figuran centenares de fundaciones pertenecientes sobre todo a clientes alemanes. Algunos de los nombres famosos: Friedrich Karl Flick, el millonario alemán, conocido en España en relación con la presunta financiación del PSOE; Paul Schokemöhle, adinerado personaje dedicado a la cría de caballos o Wolfgang Röller, ahora ex presidente del Dresdner Bank.
Fue Hans Gassner, socio del bufete, quien se ocupó de recibir en la Fundación Levis el dinero procedente de la Operación Carburos. Gassner informó a Banesto en junio de 1996 que había pagado intereses sobre esos fondos en 1993, pero que quedaban unos 2.000 millones de pesetas. Los propietarios ya no querían el dinero. En cambio, dijo, había dos reclamaciones: la de Banesto y la de Jacques Hachuel. Hasta que no se sustanciase el proceso penal, Hans Gassner no le daría el dinero a nadie.
La Fundación Levis no estaba, al parecer, en el disquete de ordenador que se llevó el empleado de Batliner y de Gassner, muy interesado en vender su información a la prensa alemana. Pero gracias a Paolo Gallone ya se sabe que Conde y sus socios Gómez de Liaño, Sitges y Romaní formaron la Fundación Melvin en Liechtenstein. Ésa, en cambio, no era de Batliner.
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