El fútbol español logra retrasar una semana el viaje de sus brasileños
Les costó, pero finalmente lo consiguieron. Los clubes españoles lograron su propósito de retrasar la partida de sus internacionales brasileños. Ayer por la mañana, tras las intensas y maratonianas reuniones del miércoles, la Confederación Brasileña de Fútbol aceptó no exigir la incorporación de algunos de sus seleccionados hasta la conclusión de las competiciones europeas de la próxima semana.
El acuerdo establece que sólo un jugador por equipo queda liberado de viajar con su selección hasta la próxima semana. Los conjuntos que cuentan con dos convocados (Real Madrid, Roma y Milan) tendrán que ceder ya a un futbolista para jugar con Brasil en Johannesburgo un amistoso frente a Suráfrica el próximo domingo.Traducido al fútbol español, el acuerdo supone que Juninho (Atlético), Roberto Carlos (Real Madrid), Flavio Conceicao (Deportivo) y Rivaldo (Deportivo) podrán disputar tanto la próxima jornada de Liga como sus respectivos compromisos continentales -los que lo tienen- de la semana que viene. Zé Roberto (Real Madrid), en cambio, no jugará ni uno ni otro encuentro.
El fútbol español ha salido triunfante de las reuniones a cuatro bandas (FIFA y las federaciones española, italiana y brasileña) celebradas en Marsella desde la mañana del miércoles. Y la Federación ha salido reforzada en su papel de defensora de los intereses de los clubes españoles. Así lo reconoció incluso el Atlético, sociedad que sostiene un duro litigio con dicho organismo. "A la vista de los resultados", afirmó ayer Clemente Villaverde, gerente del Atlético, "decir que la Federación no ha sido efectiva sería una tontería".
Villaverde, además, valoró el hecho de que "la FIFA haya propiciado una reunión para resolver un conflicto evidente" e interpretó lo sucedido como "un decisivo paso hacia adelante de cara a la tan reclamada unificación de calendarios".
Los viajes de los brasileños de la Liga española afectados se realizará de forma escalonada. Así, Flavio viajará el martes, Juninho lo hará el miércoles, Roberto Carlos, el jueves, y Rivaldo, el viernes.
Los que peor lo han pasado estos días, han sido los propios jugadores, que se veían en medio de una confrontación de imprevisibles consecuencias. Así lo admitió ayer Juninho, que tardó en creerse el desenlace definitivo. "Lo más importante", afirmó Juninho, "es que se haya producido un diálogo. La selección y los clubes deben hablar y llevarse bien. Era una situación muy complicada que perjudicada sobre todo a los futbolistas. Porque nosotros necesitamos estar tranquilos para jugar".
El brasileño del Atlético rechazó que el conflicto pueda tener repercusiones negativas en su persona -que Zagallo le castigue ahora sin el Mundial, por ejemplo- e insistió en que él no estaba de parte de nadie: "Para un jugador es tan importante jugar en el club que te paga como en la selección. Y más cuando el Mundial está cerca".
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