Israel anuncia un confuso plan de retirada parcial de Cisjordania

Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, lleva meses en la cuerda floja debido a su intransigente posición sobre los territorios ocupados, y ayer volvió a realizar un complicado ejercicio para salvar su Gobierno. Sus ministros aprobaron un plan de retirada parcial de Cisjordania, pero sin fijar ni el alcance ni el calendario del repliegue, además de supeditarlo a exigencias frente a la Autoridad Palestina que lo convierten casi en papel mojado. La oposición laborista calificó de "antidecisión" el acuerdo sobre el repliegue. Para otros, "el Gabinete decidió que decidirá más adelante".

Un Netanyahu acosado en su partido, en su Gobierno y en sus relaciones internacionales -el propio Bill Clinton es muy crítico con su política-, decidió ayer "seguir avanzando en el proceso de paz" con la aprobación de una inconcreta retirada parcial de Cisjordania. Fue un acuerdo que, por carecer de contenido, fue respaldado por 16 de los 18 ministros del dividido Ejecutivo. Dos optaron por la abstención. Los detalles del repliegue serán fijados por el llamado Gabinete de Seguridad, formado por Netanyahu y los responsables de Exteriores, Defensa e Infraestructuras. La Autoridad Palestina de Yasir Arafat calificó lo acordado por Netanyahu como "una continuación de su intento de burlar el cumplimiento de los acuerdos anteriores".