Coches y peatones

Hace poco leí en la prensa que la Policía Municipal multaba a peatones por no cruzar la calzada por el paso de rayas, y a ciclistas por cruzar semáforos en rojo, señales que no están en todas las calles, o muy distanciadas entre sí.Días después otra noticia decía que en Tabernes de Valldigna un camión arrollaba a un minusválido en su carrito al cruzar la carretera dentro del casco urbano, y en Alicante un autobús arrolló y mató a un peatón porque cruzó el paso de peatones "sin mirar" estando el semáforo en rojo. Y ayer mismo un coche en Madrid saltó la acera rompiendo el semáforo y atropelló a una señora y a su nieta, falleciendo la niña.

Casi todos los días suceden estas cosas, y tanto unas como otras noticias me confirman que los peatones no valemos nada, y que cuando nos atropellan y nos matan los coches es por nuestra culpa, y por eso la autoridad municipal nos sanciona (tal vez para "protegernos" y evitar un "disgusto" al que nos puede atropellar).

Y esta lógica es la que utilizan muchos conductores de vehículos motorizados que, combinada con la prisa y los propios condicionamientos personales, transforman sus vehículos en muy peligrosos y a sus conductores en irresponsables homicidas.

Seguramente casi todos los peatones, ciclistas, minusválidos, señoras con niños, etcétera, tienen experiencias personales de lo peligroso que es cruzar una calle por el paso de peatones o por un semáforo en verde, con tiempo muy escaso y con los vehículos a ambos lados pisando acelerador y lanzándose contra ti en cuanto aparece el amarillo, llamándote burro por ponerte en su "camino", si antes no te ha quitado de en medio el motorista de a 120 o más, que no para ni ante su padre.

Y es por eso que ante la barbarie del tráfico motorizado, con vehículos aparcados por todas partes taponando calles, aceras, jardines, dificultando transportes públicos y accesos a centros hospitalarios y de emergencia, los ciudadanos sin coche van por d donde pueden, y sólo guiados por su instinto de conservación , no fiándose de normas y señales, que muchas veces son como trampas donde los vehículos pueden matarte en un momento de descuido.

Por último, ruego a los agentes que multan a peatones (tal vez despistados o atemorizados) presten toda su atención a los vehículos que incumplen mucho más no sólo las normas de circulación, sino también las mínimas de prudencia en cuanto a su peligrosidad.

Por cierto, ¿han oído ustedes hablar de "ciudades sin coches" (privados) para hacerlas más habitables? Como siempre seremos los últimos y llegaremos tarde.-