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FÚTBOL: 16ª JORNADA DE LIGA

El Rayo se despierta demasiado tarde

Tras retirarse Tsartas, el Sevilla pasó de la goleada a la angustia

El Sevilla depende excesivamente de Tsartas. El griego dio el primer gol, marcó el segundo y cuando se marchó después de pedir voluntariamente el relevo su equipo estuvo a punto de echar por la borda una ventaja que era presagio de goleada y sólo fue antesala de la angustia.Para despejar cualquier duda, el Sevilla tardó dos minutos en marcar un gol. La primera, en la frente. Tsartas, que pasa por ser el mejor asistente de la categoría -también sería un lujo en cualquier equipo de Primera- falló un gol cantado después de una buena combinación de Molnar y Velasco. Corrigió su yerro y batió a Lopetegui cuando se llevaban diez minutos.

Este no era el Sevilla de Miera, que se lo habían cambiado . El Rayo, mientras, dejaba hacer y dejaba pasar. Estaba siendo despellejado. Molnar se encargaba de marcar el tercer gol de la mañana en una jugada que por cocción y su resultado le redimía de una actuación grisácea. Tras el descanso, el Rayo optó por una fórmula más intervencionista. Siguiendo el modelo de su adversario, Ortuondo desnacionalizó el equipo sacando a la cancha al francés Fabrice Moreau y al belga Van del Bergh. Entre los dos fabricaron el gol que acortaba ventajas.

El Rayo empezaba a sacar fruto del dominio adquirido cuando Tsartas fue sustituido por Juric. Sin el griego, el Sevilla es una sombra de sí mismo. El Rayo mandaba en el campo, pero era un mando a distancia. En una suma de despropósitos defensivos del Sevilla, le llega un balón a Onésimo, que anota el segundo gol. Un gol marcado a nueve minutos del final que ponía un nudo en la garganta del sevillismo. El Sevilla había sacado pecho con los tres goles. Ahora se conformaba con los tres puntos. Y con pedir la hora.

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