El Oviedo bate su récord de visitante

Dos jugadores jóvenes, en el sentido más inconformista y rebelde de la palabra, Ismael, 20 años, y José Félix Guerrero, 22 años, empuñaron con valentía el timón de la nave racinguista y se erigieron durante la primera mitad del encuentro Racing-Oviedo en líderes naturales de su equipo. La zona medular, controlada por ambos jugadores y por Arpón, fue un espacio dominado por la creatividad y la imaginación. Parecía el triunfo de la juventud y de sus tesis progresistas sobre los esquemas conservadores y caducos al uso.

Sin embargo, en la segunda parte, el conformismo volvió a hacerse dueño de la situación y tanto Racing como Oviedo apenas generaron alguna ocasión de gol. Ismael y Guerrero, las dos estrellas indiscutibles del Racing, brillaron en este período con menos intensidad y el equipo sufrió las consecuencias de este apagón. Otro jugador joven, el asturiano de Villaviciosa José Suárez Sietes, sembró el pánico en el entramado defensivo de sus paisanos. Sus entradas por la banda izquierda dejaron en evidencia al defensa Gamboa, desbordado una y otra vez por la velocidad que imprimía a sus correrías el carrilero racinguista.

Aunque el Oviedo sumó ayer su séptimo resultado positivo fuera de casa, y sexto consecutivo -Un récord propio-, causó una pobre impresión en El Sardinero. Su estrella, el panameño Dely Valdés, erró la mejor ocasión de su equipo al estrellar un balón en la defensa racinguista cuando el portero Ceballos se encontraba ya desbordado. Por su parte, el Racing apenas tuvo ocasiones de gol.