Esto es Hollywood

Una cinta rodada en Canarias, La raya, por un vecino de las islas, Andrés M. Koppel, ha vuelto a ganar este año el Premio Cervantes al mejor cortometraje del Festival de Cine de Alcalá de Henares y el millón de pesetas con el que está dotado. También el del mejor guión. El pasado otoño, el ganador fue su paisano Juan Carlos Fresnadillo con Esposados, el primer corto español candidato a un Oscar. El Premio Comunidad de Madrid, al que optan las cintas rodadas en la región, correspondió al madrileño Pedro Jiménez por Planeta extraño. Veinticinco de los 35 cortos a concurso tenían como escenario Madrid. Koppel nació en Friburgo (Alemania) hace 33 años, su familia (padre español y madre alemana) le llevó a Tenerife con tres años, y él se considera canario. Abandonó la carrera de Imagen para dedicarse a la publicidad, estudió en una escuela privada de Madrid y completó su formación en Estados Unidos. Se gana el pan como coordinador de la Filmoteca Canaria y La Raya es su primer corto. Cuenta lo que ocurre cuando el farero de Orchilla (El Hierro) se entera de que la Sociedad Cartográfica Británica ha decidido establecer en Greenwich el meridiano cero, que antes pasaba por su isla. Jiménez es "madrileño de quinta generación" y nació en Chamberí hace 28 años. Termino Imagen y conoció en la facultad a las personas con las que rodó su primer corto, Mambrú (segundo premio el año pasado en Alcalá) y Planeta extraño, donde un astronauta cae, vestido con el último grito en traje espacial, en un inmenso trigal y se encuentra con Carlitos, el tonto del pueblo y fanático de la serie estadounidense de ciencia ficción Star Treck. Jiménez trabaja como realizador de los programas especiales de Píezas en Canal +.Lo que sigue es un diálogo entre ambos ganadores.

Koppel. Los cineastas canarios pagamos la lejanía. Al llegar a Madrid me sorprendió que los cortos que se hacen aquí, tan cerca del mundo de la industria, tienen una repercusión grandísima. En Canarias lo ven tus amigos y sales en El Guía de Tenerife o La Provincia de las Palmas, periódicos que no lee nadie. Tienes que venir a un festival importante como el de Alcalá para que la gente se entere de que existes.

Jiménez. Es verdad, en Madrid es más fácil que tenga repercusión un corto. Madrid es el foro, hay un intercambio mucho mayor de ideas porque somos más. Yo me puedo encontrar una noche con Fresnadillo (que ahora vive en Madrid) o con otro director y le dejo mi guión, y eso estando en Canarías o en Salamanca no lo puedes hacer. Además, solemos juntarnos, alquilar una sala y montar estrenos con varios cortos.

EL PAÍS. Definan cada uno el corto del otro.

Koppel. Yo definiría Planeta extraño como una comedia enloquecida con algunas reflexiones muy profundas sobre la televisión basura y sobre todo el fenómeno de la contaminación cultural, que a mí me parece lo más interesante. Tiene un toque un poco berlanguiano, tamizado por la visión de un cineasta joven.

Jiménez. La raya me parece una película elegante, que consigue un ritmo, que se ve poco en el cine actual, pero que le va muy bien al corto, donde las cosas pasan muy despacio. Un ritmo propio del lugar en que se rueda. De niño, en La Palma, recuerdo que iba corriendo a coger una guagua (autobús) y que el canario de turno que estaba en la parada me dijo : "Tranquiililo cristiaaario". Yo soy todo lo contrario rodando, en Madrid las cosas pasan muy deprisa. Acabarás viniéndote a vivir a Madrid .

Koppel.Estoy dispuesto a aceptar esa servidumbre. Aquí está la industria. Lo que no aceptaré es la servidumbre de rodar en Madrid. La piel de toro es muy grande, rica en acentos, y ésa es la ventaja que tenemos.EL PAÍS. Los dos cortos de Jiménez están rodados en Madrid Jiménez. Sí, pero el tema de Planeta extraño no es madrileño, está rodado en la España profunda y rural, en medio de ninguna parte.

EL PAÍS. ¿Y dónde se encuentra la España profunda y rural en Madrid?

Jiménez. Es difícil, tuvimos que rodar una parte en Guadalajara, y eso que recorrimos 1.500 kilómetros por Madrid buscando localizaciones. Pero Madrid es un monstruo, hasta 50 kilómetros más allá de la carretera no te encuentras el campo. No te voy a decir dónde: es un secreto. Por cierto, ¿cómo se consiguen 25 millones para hacer un corto? El mío costó seis.

Koppel. Pues un 50% de subvenciones y de patrocinio. En este caso, del Cabildo del Hierro, el Ministerio de Cultura, la Junta de Canarias, Trasmediterránea y la Junta de Obras del Puerto.

El premio del público fue para el corto En medio de ninguna parte, de Javier Rebollo. Entre los siete largometrajes españoles que participaban resultaron ganadores José Luis Guerín con Tren de sombras, que se llevo el premio del jurado, y Santiago Lorenzo con Mamá es boba, que obtuvo el del público.

Proyección de los cortos ganadores. Hoy, sábado, a las 17.00, Teatro Salón Cervantes ( Cervantes, s/n), Alcalá de Henares. Entradas, 450 pesetas.