Bodas de oro para la renovación
La reina de Inglaterra quiso aprovechar ayer la celebración del 50º aniversario de su boda con el príncipe Felipe para intentar dar a la Corona una imagen de renovación y borrar así la huella de división que había dejado la muerte de la princesa Diana. La reina participó en un banquete ofrecido por Tony Blair -detalle descrito por el Gobierno como "una recepción del pueblo"- y no perdió ocasión de prometer mayor atención a las aspiraciones de sus súbditos.
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