Nadie sabe qué hacer con la ballena varada en Santander
Los biólogos del Museo Marítimo del Cantábrico en Santander desconocen el destino que le depara a la enorme ballena de unas 70 toneladas, varada y muerta el sábado en la playa de Oriñón (Cantabria). El cetáceo, un rorcual común de 19,5 metros de longitud, ha sido arrastrado al puerto de Santander por una embarcación desde la playa de Oriñón. Hoy está previsto que se le practique la autopsia y se decida qué hacer con el animal antes de que se pudra. Desde 1896 no se daba un caso similar en el Cantábrico y no quedan puertos con la infraestructura necesaria para despiezarlo. La primera dificultad es sacar a flote la gran masa del animal, equivalente a un edificio de siete pisos de altura.
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