Los países árabes rechazan una operación militar contra Irak

Estados Unidos intenta romper las resistencias que encuentra en el mundo árabe a una operación militar norteamericana contra Irak. Incluso los aliados de Washington en la guerra del Golfo rechazan la opción bélica. La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, se entrevistó ayer con los dirigentes de Arabia Saudí, Bahrein, Qatar y Kuwait. Todos ellos se mostraron contrarios a una acción de castigo contra Sadam y a favor de una solución negociada.

El presidente norteamericano, Bil Clinton, por su parte, pidió ayer al presidente francés, Jacques Chirac, y al de Rusia, Borís Yeltsin, que utilicen su influencia ante el máximo líder iraquí para convencerle de que acepte los dictados de la ONU como parte de una solución diplomática. Pese a los esfuerzos de Albright para recomponer la "unidad de los países árabes contra Sadam Husein", Arabia Saudí, Qatar, Baherin e incluso Kuwait -invadido por Irak en el verano de 1990-, se sumaron al coro árabe contrario a una operación militar contra el régimen iraquí. Egipto, Siria y Jordania encabezan ese frente. Para los países árabes, la solución bélica no dañaría sólo a Irak y a su pueblo, sino también a las naciones vecinas. Irak se mueve también en el marco diplomático. Tarek Aziz, viceprimer ministro iraquí, visitó ayer Rabat, al tiempo que declaraba a un periódico francés que su país aceptaría una misión de inspección de la ONU en su territorio, integrada igualitariamente por representantes de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad, como vía para aceptar la presencia norteamericana en la misma.