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EL GRAN CAMBIO DEL ÚLTIMO 'AMATEUR'

La explosión del rugby

Las giras tradicionales de los tres grandes del sur, Suráfrica, Australia y Nueva Zelanda, son de un deporte nuevo en dinero, sistemas y torneos

Estos días, en países importantes y de nuestro entorno donde el fútbol también es el rey, andan revolucionados por otros acontecimientos. Para ellos no todo es fútbol. En el Reino Unido y Francia, como antes en Irlanda, Italia o Argentina, están metidos de lleno en la explosión del gran rugby, por ejemplo. No es que haya Copa del Mundo, pues la fase final de la cuarta edición no se disputará hasta 1999 en País de Gales, pero casi. En apenas un mes se han concentrado tantos partidos importantes como en varios años. Los tres mejores equipos del hemisferio sur, que es casi como decir del mundo, están en las tradicionales giras del deporte del balón oval. Pero de forma muy distinta a las de hace años. La explosión profesional ya es absoluta. En 1995 desapareció la palabra amateur de los reglamentos del International Board (IB), el máximo organismo del rugby, el último gran reducto del deporte sin sueldos. Las tres Copas del Mundo ya disputadas, con millonarios patrocinios y derechos de televisión; el temor a la huida de jugadores al rugby a XIII -centenaria escisión de pago-, y el miedo del IB a perder el control, con amenazas de campeonatos paralelos, han llevado a la profesionalización total.Suráfrica, actual campeón mundial, tras arrasar a Italia en Bolonia, por 62-31, comenzó el sábado su periplo en Francia -con tres partidos, dos de ellos contra la selección gala (32-36, el primero)- antes de enfrentarse después a Inglaterra y Escocia. Los Springboks han programado una gira de seis encuentros, más reducida que la de Nueva Zelanda, el subcampeón, que jugará nueve, e idéntica en número a la de Australia, el tercer grande.

Los All Blacks neozelandeses, quizá el grandísimo equipo del momento, también jugó el sábado contra Irlanda (15-51), en Dublín, tras aplastar en los dos primeros partidos en Gales al Llanelli, un potente equipo de club, por 81-3, y a la segunda selección galesa, por 51-8. De los seis encuentros que le restan, tres serán tanmbién contra equipos nacionales, dos frente a Inglaterra y otro ante Gales.

Australia, por su parte, en horas más bajas y en plena reconversión tras la retirada de los hombres que la llevaron a ganar la primera Copa del Mundo, ha disputado ya en Argentina cuatro de sus seis partidos y jugó también el sábado frente a Inglaterra, con la que sólo pudo empatar (15-15). Aún le queda enfrentarse a Escocia, en el mismo camino británico que los Springboks. Frente a la selección argentina, los magníficos Pumas, los Wallabies ganaron el primer encuentro, por 23-15, pero perdieron el segundo, por 18-16.

La entrada del magnate televisivo Rupert Murdoch ha sido clave. Nada más terminar la III Copa del Mundo se quedó por más de 67.000 millones de pesetas con los derechos por 10 años de los tres grandes del sur. Y después con los de Inglaterra por más de 21.000 en cinco años para la cadena Sky Sports que controla. La federación inglesa, multimillonaria en ingresos, ha tenido incluso que tapar una auténtica revolución de los clubes aumentándoles 75 millones de pesetas a cada uno la subvención anual que asciende ahora a casi 190.

Nada es igual. Ni el centenario torneo de las Cinco Naciones parece resistirse. Inamovible desde la incorporación de Francia en 1910, en enero podría confirmarse la de Italia, cuya mejoría ha acabado de sorprender este año al ganar dos partidos a Francia e Irlanda. El IB debe decidir la propuesta en Dublín. Y el camino -no se sabe con qué futuro, pero siempre porque se mueve más dinero- podría seguir abriéndose a un torneo en dos divisiones, con ascensos y descensos, uniéndose Rumania, Canadá y Estados Unidos, otra; tres potencias medias. Por lo pronto, el banco británico Lloyds sigue confiando en el torneo porque lo patrocinará durante 3 años por 3.000 millones de pesetas.

España, mientras tanto, se contenta con intentar clasificarse para la próxima Copa del Mundo. Ha empezado arrollando a la débil Andorra, por 62-3 y en su lento camino podrá también meter algún equipo la próxima temporada en la Conferencia Europea de clubes, segunda división creada tras la Copa de Europa. Pero quizá lo más importante, aspira a que también en esa reunión de enero del IB le concedan la organización de la V Copa del Mundo, el año 2003, difícilmente en solitario, pero más posible en la que irá con Italia como subsede de Francia, la candidatura favorita.

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