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Almunia nota "turbulencias electorales" que indican un adelanto de los comicios

Anabel Díez

El secretario general de PSOE, Joaquín Almunia, afirmó ayer ante el Comité Federal de su partido que percibe "turbulencias electorales" en el ambiente político y un afán de distanciamiento por parte de los aliados nacionalistas del PP que le hacen pensar que habrá elecciones generales anticipadas. Ante esta situación, según Almunia, la misión del PSOE no es tan sólo la de criticar al Gobierno, sino que la ciudadanía tiene que observar que hay una alternativa, y que ésta debe ser "lusionante".

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El líder socialista, que presidía la primera reunión del Comité Federal desde su elección como secretario general en junio pasado, afirmó antes de comenzar la reunión que "la vida política no puede estar presidida por el barrizal donde la quiere llevar el PP ni por la permanente sensación de clima electoral". Por ello, el objetivo prioritario de los socialistas será desde ahora presentarse ante la ciudadanía con propuestas alternativas al Ejecutivo, "ilusionantes", y expresadas de una manera, tanto de forma como de fondo, que indique su voluntad de "querer ganar las elecciones".A juicio de Almunia, todo el partido debe estar preparado para un posible anticipo de las elecciones legislativas del 2000 y las autonómicas catalanas, previstas para 1998. Aunque aún no se ha cruzado el ecuador de la legislatura, el líder del PSOE entiende que el proyecto político de los populares tiene fecha de caducidad para la próxima primavera, con la entrada de España en la moneda única.

También el secretario de Organización, Cipriá Ciscar, y el secretario de Medios de Comunicación, Alfredo Pérez Rubalcaba, pusieron el acento en los tambores electorales que perciben en lontananza. En su opinión, desde finales de verano se advierte un creciente distanciamiento entre el Gobierno y sus aliados nacionalistas y, si bien se acaban aprobando proyectos en común, cada acuerdo se logra tras cierta polémica y manifiestas resistencias.

No se ahorraron críticas en este Comité Federal a la actuación del Gobierno. "Un Gabinete atrapado en su telaraña mediática y financiera de la que no sabe muy bien cómo salir; un Gobierno al que en cuanto le van mal las encuestas, destapa el cubo de la basura; un Gobierno con actitudes intolerantes y estéticas cutres; un Gobierno al que se le ha caído la etiqueta de centro", dijo Pérez Rubalcaba.

El "caso Filesa"

El secretario general escuchó de sus compañeros la necesidad de 11 mostrarse más duros" con el Partido Popular. Tan sólo el presidente extremeño y los miembros de la corriente Izquierda Socialista (IS) se desviaron mínimamente del sentir mayoritario. El primero echó en falta "un proyecto de partido para toda España". Los representantes de IS aludieron al "lastre del pasado" y, sin citarle, dejaron caer que Josep María Sala debería haber abandonado los cargos orgánicos en el PSC después de la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo por el caso Filesa.Pese a todo, en esta nueva etapa del PSOE las críticas habituales de los miembros de la corriente Izquierda Socialista fueron más atenuadas que en anteriores reuniones de este órgano de dirección, en el que se agrupan casi 200 personas elegidas por el Congreso Federal del partido y por sucesivas oleadas procedentes de los congresos regionales. Si alguna voz distinta hubo que destacar ayer de esta asamblea celebrada a puerta cerrada fue la del secretario general de los socialistas extremeños, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

El presidente autonómico consideró que el PSOE en estos momentos carece de un proyecto federal tanto de partido como para toda España. En otro orden de críticas, todas ellas muy discretas, según aseguran numerosos asistentes, Rodríguez Ibarra se refirió al caso Filesa. Rememoró la reacción de Almunia al pedir perdón cuando se conoció hace dos semanas la sentencia condenatoria para distintos miembros del PSOE, entre ellos Carlos Navarro y Josep María Sala. No vio Rodríguez Ibarra necesidad de pedir disculpas en este momento y a raíz de que hubiera una sentencia judicial. Desde su perspectiva, si hubo culpa el partido debía haber solicitado ese perdón antes de que los tribunales hubieran hablado pero, ya que no se hizo, no tiene sentido pedirlas ahora.

Falta de proyecto

Estas manifestaciones fueron respondidas de inmediato por numerosos miembros del Comité Federal que se apresuraron con énfasis a alabar la actuación de Almunia en ese momento.La segunda crítica de Rodríguez Ibarra se refirió a la falta de proyecto del partido para toda España. Puso el ejemplo del decreto sobre el estudio de las humanidades. En esta controversia se ha enfrentado el modelo de los nacionalistas contra el modelo del PP. "¿Dónde está el nuestro?", se preguntó Ibarra.

Juan Antonio Barrio y Manuel de la Rocha, de Izquierda Socialista, discreparon de Ibarra sobre el tratamiento del caso Filesa. A ellos les pareció bien que Almunia pidiera perdón, aunque hicieron una velada crítica a sus compañeros de Cataluña por no haber prescindido de Sala en la dirección del partido.

Éstas fueron las excepciones a muchas horas de reunión en la que por primera vez desde hace años no se habla de asuntos internos sino de propuestas, estrategias y planes que entiendan los ciudadanos, según expresó Joaquín Almunia.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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