La borrasca que azotó el suroeste dejó 10 muertos y dos desaparecidos en Portugal

El violento temporal de lluvia y viento que azotó en la madrugada de ayer a la Península ibérica se cobró en Portugal diez muertos, dos desaparecidos y 25 heridos, algunos de ellos de cierta gravedad. La tromba de agua provocó situaciones de angustia y pánico en el sur del país, especialmente en el Algarve y el Alentejo, donde, a última hora de la tarde de ayer, algunas poblaciones continuaban incomunicadas. El Gobierno luso anunció el envio de "ayudas económicas de emergencia" a todas las localidades afectadas por el temporal.

Aún sin reponerse de la tempestad que el pasado fin de semana provocó 29 muertos en las Azores, Portugal volvió a amanecer sobrecogido. La alarma había saltado la noche anterior. Pero esa noche las lluvias no causaron los daños que se temían. La tromba se desató en la madrugada de ayer, ante la impotencia de las autoridades lusas, que había movilizado incluso al Ejército.

Las autoridades portuguesas se encuentran en permanente contacto con España para controlar la salida de aguas de los embalses españoles que podrían provocar el desbordamiento de las aguas en territorio luso, especialmente del Tajo y el Guadiana.

Los daños aún no han sido cuantificados, pero el Gobierno portugués anunció ayer que solicitará ayuda financiera a Bruselas para paliar los graves perjuicios sufridos.