El fiscal pide 78 años de cárcel para el 'violador de Fuenlabrada'

La fiscalía de Madrid reclama un total de 78 años de prisión por seis violaciones para Antonio C. S., el hombre de 34 años de edad que supuestamente, entre 1992 y 1994, sembró el pánico entre las mujeres de Fuenlabrada. Todas sus víctimas, salvo una chica de unos 30 años, superaban los 54 años de edad. Antonio, conocido como el violador de Fuenlabrada, será juzgado los días 24, 25, 26 y 27 de este mes en la Audiencia Provincial de Madrid.El fiscal le atribuye cuatro violaciones consumadas y dos frustradas. La primera la cometió, según el escrito de acusación provisional, el 11 de julio de 1992. Abordó con un cuchillo a un ama de casa en la cooperativa García Lorca de Fuenlabrada, la obligó a subir a su furgoneta y la violó en la parte trasera del vehículo. Catorce días después abordó a otra mujer, de 54 años, cerca de la estación de Renfe y, a punta de navaja, la obligó a ir hasta un descampado. Los gritos de la víctima le ahuyentaron antes de que pudiese violarla.

A su tercera víctima le tapó los ojos tras amenazarla con una navaja, la golpeó brutalmente y la violó en una caseta en obras próxima a la calle de Gracia. También golpeó a su cuarta víctima, a la que puso una navaja en el cuello cuando la mujer iba a su trabajo, y la violó en un descampado de Fuenlabrada.

A su quinta víctima, de 59 años, la violó el 14 de abril de 1994. La mujer se dirigía a su trabajo por la calle de Mónaco, le puso una navaja en el cuello y, la condujo hasta un descampado. A ésta, además de violarla, le robó el bolso, con 15.000 pesetas dentro.

Sólo 45 minutos después se acercó por la espalda a otra mujer, que también iba a su trabajo, por la calle de Panaderas, le colocó un punzón en el cuello y la llevó a un descampado. En este caso, tampoco logró su objetivo: los gritos de la mujer atrajeron al lugar a varios transeúntes, que le detuvieron y avisaron a la policía.

Hermenegildo Pérez Bolaños, abogado del procesado, asegura que su cliente padece una enfermedad mental que le hace irresponsable de sus actos.