Ahora me parece mal

Si el hacer callar a Felipe González respecto a las candidaturas del PSOE me parece un gesto lógico y digno en Almunia, su mandar callar ahora a Yáñez me parece mal, por dos razones: primero, en sí, porque su tono no es del natural diálogo y posible disensión entre miembros de un partido, sino muy autoritario: es decir, en la línea de la dictadura interna de González, que tanto perjudicó al PSOE y al país. Lo segundo, por la validez de lo que dijo Yáñez: la necesidad de hacer justicia a lo ocurrido en la etapa anterior.En efecto: la amnistía, no sólo penal, sino política, social y hasta (a)moral, el enjuague seudodemocrático, producto del miedo de las dos partes, facilitó la transición, sí, pero a un régimen tan corrupto, tan poco democrático, como el que desde entonces padecemos. Sin duda, como se le ha reprochado, Yáñez ha olvidado a su vez, al hacer su propuesta, que es representante destacado de uno de los grupos responsables del anterior régimen y que durante 12 años en el Gobierno no actuó como podía en esa dirección; pero también es evidente que mientras se siga olvidando aquel pasado lamentable, lo seguiremos repitiendo. La paz y democracia reales sólo pueden asentarse sobre la justicia, no sobre chanchullos pre o posconstitucionales, como el del 23-F.-