Gripe asiática
Los mercados de valores de todo el mundo volvieron a hacer del miedo el hilo conductor de sus decisiones. La situación de Hong Kong, en donde parece que sólo queda la cáscara del antiguo emporio financiero, provocó una reacción en cadena en las bolsas y las pérdidas se han convertido en la nota dominante, afectando incluso a los mercados de divisas. El dólar se convirtió en moneda refugio para los inversores asiáticos, pero los europeos decidieron que los precios con que se desayunaron merecían el esfuerzo de retirar los beneficios.El índice general de Madrid llegó a perder hasta el 3,71%, 22,29 puntos, en lo que se convertía en la mayor caída del ejercicio, pero la apertura del mercado estadounidense, que limitó su pérdida a un 2%, sirvió para templar los ánimos. El dólar pasó de las 150,89 pesetas a que se cotizaba a primera hora de la mañana a las 149,38 del cierre, lo que ayudó a eliminar tensiones. La Bolsa cerró con una pérdida del 2,43%, 14,59 puntos.
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