Pesadilla en la 'Peineta'

El viento, la cobardía del Ourense y la sosería del Rayo convirtieron lo que se suponía un partido de lujo en una patraña de un mal gusto sonrojante. Acabó con empate a cero. El aire acudió a un estadio, el de La Peineta, que volvió a mostrar su incapacidad para acoger partido de fútbol alguno. Los aficionados mostraron su protesta por lo ocurrido en los últimos días ausentándose unos minutos en cuanto el árbitro silbó el inicio. Para su pesar, volvieron.

Si el Ourense es el líder de la Segunda, pobre División. Los Ruiz Mateos decidieron abrir las puertas de La Peineta. Nadie pagó. Con ese gesto anunciaron los dueños del club su despedida. El palco quedó vacío. 6.000 personas acudieron a las gradas y mostraron su protesta. Se repartieron pasquines en los que se explicaba el motivo de la queja. Afirmaban en las peñas que están "¡¡hasta los huevos!!". ¿De qué? De esto que sigue: de jugar en La Peineta, de ser maltratados y perseguidos por los árbitros y la federación y de no existir para la Comunidad de Madrid.

El caso es que dijo el árbitro que comenzara la función y muchos se fueron de sus asientos. 10 minutos permanecieron en los pasillos, emitiendo cánticos contra los árbitros y Ruiz Gallardón. Posteriormente, el sucedáneo de partido que tuvieron el dudoso honor de contemplar paralizó sus quejas.

Un partido que mereció ganar el Rayo sin hacer nada del otro mundo. El Ourense ensució su condición de líder y se quedó en la trinchera. El viento hizo el resto. Falló un penalti el Rayo a la media hora, algo habitual, porque Castillo sacó un lanzamiento memo que rechazó el portero. Era lo propio para un partido infumable, en el que lo único vistoso ocurrió en las gradas, donde 6.000 aficionados expresaron sus quejas por lo que los Ruiz Mateos llaman "el vilipendio del Rayo".

Resto de partidos

Los otros dos partidos de la categoría que se disputaron ayer acabaron con los siguientes resultados: Osasuna, 2; Xerez, 0. Villarreal, 0; Lleida, 0.