Pujol interrumpe una reunión de su Ejecutivo para ver a Barrionuevo

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, interrumpió ayer una reunión de su Gobierno para recibir en su despacho al ex ministro socialista del Interior José Barrionuevo y entrevistarse brevemente con él. El de Jordi Pujol fue un gesto que Barrionuevo, sobre el que pesan imputaciones por el caso GAL y el mal uso de los fondos reservados del ministerio del Interior, agradeció públicamente "desde el fondo del corazón"."Yo le invité", explicó el ex ministro, "a la presentación madrileña de mi libro 2001 días en Interior, pero comprensiblemente declinó asistir a un acto presidido por el ex líder del PSOE Felipe González y de ambiente muy socialista". "Me dijo, sin embargo, que esperaba demostrarme su apoyo en cuanto se presentara la ocasión. Y lo ha hecho", agregó.

Optimista

Barrionuevo viajó ayer a la capital catalana para participar en un debate organizado por Tribuna Barcelona en torno a su gestión ministerial. Durante el mismo, se declaró "feliz y optimista" pese a las imputaciones formuladas contra él por su presunta vinculación con los GAL y el uso irregular de los fondos reservados de Interior.

Ante un auditorio de empresarios y ejecutivos, el ex ministro y actual diputado socialista negó haber participado en la guerra sucia contra ETA o haber cobrado o pagado sobresueldos durante su etapa en Interior. "Gratificaciones sí hubo, y muchos otros pagos relacionados con la lucha antiterrorista, y otras cosas, pero no sobresueldos abonados de forma periódica y sistemática", precisó Barrionuevo.

"No hemos sido verdugos", dijo, refiriéndose a sí mismo y a su antiguo equipo ministerial, ''pero algunos quieren que seamos las últimas víctimas [de los GAL]". "Las imputaciones que se hacen contra mí son falsas y tremendamente injustas", añadió, "porque la guerra sucia no comenzó con el Gobierno socialista, sino que terminó precisamente con él".

Tras comparar sus problemas judiciales con los padecidos por Sócrates, fray Luis de León o Hernán Cortés, aseguró que no buscaría salvarse cubriéndose "tras nadie de arriba, de abajo o de los lados".