Aznar presume de que en 16 meses ha hecho más por Galicia que todos sus antecesores
El PP gallego realizó ayer una gran demostración de fuerza para recibir a José María Aznar en su primera intervención en la campaña de las elecciones autonómicas. Ante unas 12.000 personas congregadas en el Coliseo de A Coruña, el mitin más multitudinario celebrado hasta ahora, Aznar presumió de que en 16 meses de gestión ha hecho más por Galicia que cualquiera de sus antecesores. El presidente del Gobierno dijo que el PP representa la "sensatez" frente "a algunos políticos que han perdido el juicio". Mientras, Alfonso Guerra, que el miércoles acusó al PP de "tener compromisos con los narcotraficantes", redobló ayer sus ataques, y el número dos del PP regional, Xosé Cuiña, anunció una querella.
La multitud que se allegó a A Coruña no había viajado sólo para aclamar a Aznar y Fraga, sino que tenía también el propósito de contribuir a un gesto de poderío del presidente provincial del PP, el ministro del Sanidad, José Manuel Romay. Este forzó a Aznar a viajar también a A Coruña cuando sólo tenía prevista una participación en la campaña gallega, en el mitin de cierre en Vigo el próximo día 17.En este ambiente entusiasta, Aznar deparó una faena de aliño. Los éxitos económicos y la estabilidad política fueron las bazas que esgrimió el presidente del Gobierno, quien se cuidó de no presentar la próxima cita con las urnas en Galicia como un primer examen de su gestión.
El de Aznar es, según confesión propia, un ejecutivo preocupado por Ias cosas pequeñas pero muy necesarias", como la reintroducción en el Código Penal del delito de corrupción de menores, "que a quién se le ocurre que se hubiese dejado fuera". Aznar se ufanó de que cada mañana puede levantarse sin temor "al nuevo escándalo que se le va a caer en la cabeza", sino pensando únicamente "en el objetivo que se puede cumplir".
En cuanto a Galicia, nadie como él puede alardear de haber hecho tanto en sólo 16 meses hasta el punto de que el líder del PP lanzó un reto: "Si hay alguien que haya hecho más, que salga aquí y dé la vuelta al ruedo. Pero me temo que no podrá salir nadie".
En cualquier caso, corrigió a Fraga, quien suele referirse habitualmente al Ejecutivo de Aznar como "el Gobierno amigo". Según el líder nacional del PP, el apoyo a la Xunta no se debe a que "se sea más o menos amigo, o haya más o menos afecto, que lo hay". "Simplemente es que tenemos conciencia de que Galicia y España se encuentran ante una oportunidad histórica", agregó.
Un Fraga rejuvenecido
Aznar se refirió a la polémica sobre el cartel electoral del PP gallego en el que aparece una fotografía de Fraga notablemente rejuvenecido. Según el presidente, si la oposición insiste en ese asunto es porque no encuentra otras cosas que criticar. Si a Fraga le han quitado "dos arrugas", dijo Aznar, el presidente de la Xurita "le ha quitado las arrugas a Galicia". "Fraga es único y sólo hay uno", sentenció. Aznar evitó las referencias a la izquierda y los nacionalistas, tarea de la que se ocupó Fraga con una vehemencia que apenas había mostrado hasta ahora en lo que va de campaña.
Fraga culpó a los socialistas de diversos males: de "hacer disminuir los nacimientos", de "quitar del Código Penal el delito de corrupción de menores" y de haber atentado contra "la moralidad pública". El fundador del PP se refirió a la coalición de izquierdas como "los verdecomunistas" y también dirigió sus ataques al Bloque Nacionalista Galego (BNG), al que acusó de reunir en Santiago a "los partidos más extremos de Europa". Según Fraga, el BNG es un conglomerado de ideologías diversas entre las que no encuentra ninguna que se pueda respetar".
La afluencia de público llegó a colapsar los accesos al recinto y parte de los asistentes se incorporó al acto cuando éste ya había comenzado. También se registraron atascos en algunas de las vías de entrada a la ciudad.
Mientras, ayer se desencadenó una batalla verbal entre el PSOE y el PP por las supuestas conexiones políticas del narcotráfico. Lejos de retractarse, el ex vicepresidente del Gobierno se explayó ayer en el curso del programa El primer café, de Antena 3 Televisión, y relató algunos hechos específicos para sustentar en ellos sus acusaciones. Así, Alfonso Guerra aseguró que "personajes del Partido Popular" asistieron "hace unos días a las bodas de oro de un capo del narcotráfico gallego". "Fue en un pazo llamado Castrillo", precisó, "y la fiesta duró siete días".
Guerra se remontó a un decenio atrás para recordar que el primer presidente de la Xunta, el popular Xerardo Fernández Albor, se había entrevistado en Portugal con contrabandistas huidos de la justicia, y pidió que se investigue la hipotética financiación del Partido Popular con fondos procedentes del comercio ilegal de drogas.
Por otra parte, ayer, Xosé Cuiña reveló que ha encargado "a juristas del más alto nivel profesional" que estudien las declaraciones del ex dirigente socialista por si éstas pudiesen ser motivo de querella.
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