Pere Esteve descarta elecciones anticipadas en 1998

El calendario electoral de Jordi Pujol y de José María Aznar tendrá alguna presencia en la reunión de hoy, aunque tanto fuentes de La Moncloa como de la Generalitat lo descartaron ayer. Quien levantó la liebre fue el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que en unas declaraciones a un diario madrileño manifestor que los partidos deben tener preparados siempre sus programas, ya que con el sistema parlamentario español es posible el adelanto de las elecciones. El secretario general de Convergéncia Democrática de Catalunya (CDC), Pere Esteve, respondía ayer que no habrá elecciones anticipadas en 1998. Fuentes de La Moncloa señalaron que la advertencia de Fraga era una generalización y que no se refería necesariamente a la posibilidad de que Pujol fuera a adelantar las elecciones. Por su parte, fuentes de la Generalitat y de CiU negaron que sea objeto de la reunión de hoy un análisis del calendario electoral español y catalán en la perspectiva de que uno u otro adelante las elecciones para inmediatamente después de Maastricht, la primavera próxima.Ahora bien, es obvio que Pujol tratará de sondear, aunque sea discretamente, a Aznar sobre sus intenciones y que el presidente español hará lo propio con el líder nacionalista. Miembros del Gobierno de José María Aznar han confiado en los últimos días en privado a dirigentes de CiU que sería bueno que uno y otro pactaran el calendario electoral. Pero, de ser así, esto ocurrirá posiblemente a finales de este año o principios de 1998. "Ahora no toca; es demasiado pronto", señalaron fuentes de CiU. Ayer, el secretario general de CDC, Pere Esteve, dijo en Barcelona que sus cálculos "no apuntan a elecciones en l998". "Todos somos partidarios de acabar las legislaturas", añadió.Pujol viaja a Madrid una vez que puede lanzar a la opinión pública la imagen de que la estabilidad está garantizada y de que CiU apoya los Presupuestos por convicción europeísta, pero también a cambio de concesiones del Gobierno. Pero en el grupo parlamentario de CiU son coro las voces que dicen que una cosa es el cumplimiento del pacto de gobernabilidad, del que apenas se pueden quejar, y otra es el trato que reciben por parte del PP y del Gobierno, que a menudo les ningunean.Pero Jordi Pujol es poco sensible a argumentos que tengan que ver con la química o con los sentimientos personales, al menos en sus relaciones con el Gobierno. "El se preocupa del día a día, de si se avanza o no en la relación, de si se cumple o no lo pactado, pero no quiere entrar en si las relaciones personales son unas u otras", señalaba ayer un colaborador del presidente catalán.