TVE trastocó la emisión del golf "por interés comercial"

"El momento decisivo de la Ryder se ha producido hoy [domingo], tras los partidos supendidos el sábado", declaró el español José María Olazábal tras la angustiosa victoria de Europa sobre Estados Unidos en la Ryder Cup de golf. Sin embargo, esos momentos decisivos no fueron emitidos ayer domingo ni en directo ni en diferido por TVE. Un miembro del programa Estadio 2, que prefirió guardar el anonimato, manifestó que los intereses comerciales habían prevalecido sobre los informativos: "Teníamos una serie de reportajes publicitarios que nos han obligado a trastocar la emisión de la Ryder Cup".Durante las dos jornadas anteriores, TVE había transmitido desde las 11.00, y a través de La 2, el desarrollo de la Ryder Cup, que salía por vez primera del Reino Unido para disputarse en España. El capitán del equipo europeo también era español: Seve Ballesteros. Y también eran españoles dos protagonistas de los momentos decisivos en las primeras horas del domingo: Olazábal e Ignacio Garrido. TVE ignoró todo y prefirió emitir desde Indonesia la carrera de 500cc del Mundial de motociclismo.

Pero lo más sorprendente es que TVE no se contentó con ofrecer en directo las carreras desde Indonesia, sino que las volvió a emitir en diferido inmediatamente después, entre las 10.45 y las 12.30. "Se hizo por el compromiso contractual que nos obliga a ofrecer esa carrera en un horario cercano a las horas de más audiencia", dijo el integrante del programa Estadio 2.

El problema creció ante la emisión de tres programas enlatados. Con profusión de primeros planos sobre las marcas comerciales, se presentaron tres reportajes sobre la Copa Príncipe de Asturias de vela, la Vuelta a España de motonáutica y el Campeonato de España de Rallies sobre tierra. En total, treinta minutos.

A las 12.42, la presentadora del programa anunció que había un cambio de planes y que conectarían de inmediato con la Ryder. Pero cinco minutos después se despidió la conexión, "por una caída en el fluido eléctrico". La caída duró curiosamente 40 minutos, suficientes para dar imágenes intrascendentes del recorrido de la última etapa de la Vuelta. A las 15. 10 minutos, después de un profuso bombardeo de espacios con más interés comercial que informativo y tras perderse momentos decisivos de la competición, Matías Prats pudo por fin transmitir toda la emoción de la última jornada de la Ryder.