Polémica por algo que no se dijo

Julio Anguita, que había reprochado a los periodistas la manipulación de la información, debió pensar ayer que los hechos le cargaban de razón. Porque la polemica provocada por su discurso en la Casa de Campo ha venido en esta ocasión por algo que iba a decir, pero que nunca dijo. Había advertido que el discurso era muy largo -duró hora y media- y que se saltaría algunas cosas incluidas en la copia entregada previamente a la prensa. Y quienes estuvieron escuchándole vieron que, efectivamente, pasaba papeles y se saltaba párrafos, el de la polémica, entre otros, que, incluso, ha sido destacado por diversos medios de comunicación para resumir el núcleo de su intervención.Anguita había escrito: "El discurso mantenedor de la continuidad de la dependencia y la subaltemidad de IU al PSOE no quiere entender que la recomposición de un proyecto unitario de izquierdas no puede hacerse desde la destrucción del otro o desde la entrada a saco, como sea, en sus votos para obtener de ellos la vuelta a la mayoría absoluta. Aquí está la raíz del problema. Aquí está la explicación de las causas últimas generadoras de los problemas de IU".

Era una acusación a los socialistas como causantes de la crisis de IU dentro de un discurso articulado en tomo a una supuesta operación de "linchamiento" contra el PCE e IU. Allí fue ella. Esas palabras, no pronunciadas, son las que han provocado la polémica. Son las que le sirvieron a López Garrido, dirigente de Nueva Izquierda, para que tachara de "disparate" esta tesis y acusara a Anguita de no haber sido capaz de "entrar en el electorado socialista y de influir en él", a pesar de los malos momentos por los que había atravesado, el PSOE. Y al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, para defenderse de lo que no le habían acusado y negar que ellos "fueran a la caza de votos" y que tuvieran que ver con la crisis de IU.

Nadie vio a Almunia o a López Garrido en el mitin, por lo que hay que pensar que las referencias a "la entrada a saco" en los votos de IU las conocieron a través de algún medio de comunicación. Pero alguno de los que sí estuvieron tampoco escucharon con demasiada atención.

Antonio Romero, que aplaudió, fervoroso, el discurso desde el mismo escenario, debía tener la cabeza en otros asuntos, porque ayer salió en apoyo de lo que no dijo su jefe de filas y acusó al PSOE de "organizar una operación para destruir a IU y obtener un millón de votos para recuperar el poder". Todo se aprovecha para el convento.

Pero tan no dijo Anguita esas cosas que Víctor Ríos, portavoz de IU, declaró que Anguita nunca había dicho algo así. Verdad. Pero, al final de todo, ¿importa tanto si eran galgos o podencos? Y Anguita ¿qué dice de esto?