Flojo arranque de Sainz en Indonesia

El Rally de Indonesia no empezó demasiado bien para Carlos Sainz (Ford). Una de sus últimas ocasiones para reingresar en la lucha por el título mundial se puso cuesta arriba desde el kilómetro inicial y el piloto madrileño terminó la primera etapa alejado de la punta de la clasificación. Dominó el estreno de la carrera el escocés Colin McRae (Subaru), seguido por el actual líder del campeonato, el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi). Sainz, a pesar de no padecer ningún inconveniente destacado, acabó cuarto, a más de un minuto."No me encuentro nada cómodo con el coche, no consigo cogerle el ritmo a la carrera", dijo el bicampeón español para explicar su pobre papel en los ocho tramos cronometrados que abrieron la 11ª prueba de la temporada. En Indonesia, Sainz necesita imperiosamente restar puntos a Makinen sí quiere seguir aspirando al título, pero ayer tanto el finlandés como McRae, tercer candidato en el Mundial, superaron claramente al piloto español de Ford.

McRae, al ataque

McRae, que también apura estos días la mayoría de sus opciones, salió al ataque y logró el mejor tiempo en cinco de los ocho tramos de la jornada; construyó así una ventaja sólida para su liderato. Makinen se mantuvo segundo, a la expectativa, sabedor de que si no comete errores, su ventaja al frente del campeonato resulta prácticamente inasaltable. Sainz, por su parte, lo intentó todo, pero nada le salió bien.

Probó diferentes tipos de neumáticos, cambió las suspensiones, modificó reglajes, y apenas obtuvo resultados positivos. Únicamente en el último tramo logró reducir algo su desventaja. De una diferencia máxima de 1m 17s, acabó sólo a 1m 06s de McRae y a 31s de Makinen. Hasta entonces, cada tramo se había convertido en un goteo de segundos contra el piloto español. Cedió siempre más tiempo del previsible, sobre todo cuando en los últimos rallies había recuperado la plena competitividad frente a sus enemigos habituales.

"No sé qué pasa, pero no es normal. Quizá echemos en falta haber hecho más tests aquí", comentó Sainz, que se agarraba anoche al pasado para mantener viva su esperanza. En la anterior edición, la primera vez que Indonesia estuvo incluida en el calendario del Mundial, el piloto madrileño consiguió la victoria después de haber quedado relegado al principio, cuando la dureza y las trampas de la carrera pasaron factura a sus rivales.

Barro, calor, humedad y lluvia. Son los enemigos tropicales que presenta este rally, y que lo convierten en un infierno interminable para las mecánicas y para los pilotos. Bastaba con ver bajar ayer a Sainz de su coche después de cada tramo: bañado en sudor, medio deshidratado, y encima cabreado porque no igualaba los registros de Makinen, ni de McRae, ni siquiera de su compañero de equipo, el veterano finlandés Juha Kankkunen.

Y eso que el piloto español no cometió errores graves de conducción y su Escort número 5 tampoco sufrió averías serias, aunque en la última revisión nocturna se detectó un leve fallo en la transmisión, que una vez resuelto podría mejorar el rendimiento del coche. Sainz también era el encargado de abrir la ruta, pero esta vez tampoco fue factor adverso el circular primero por las resbaladizas pistas bordeadas de plantaciones de caucho, casi todas propiedad de la marca Goodyear. Precisamente, los técnicos de otros dos gigantes del neumático, Pirelli y Michelín, que equipan a los principales equipos de rallies, tuvieron numerosos problemas para ofrecer a los pilotos el mejor calzado posible para una superficie tan complicada.

Los ingredientes se repiten en el menú de hoy. La etapa se disputa por los alrededores del lago Toba, el mayor del sureste asiático, con ocho tramos cronometrados (149 kilómetros). Entre los participantes que continúan en carrera están los dos coches del equipo oficial Seat, con el finlandés Harri Rovanpera en l2ª posición de la general y el alemán Erwin Weber (13º). La escudería española pelea por renovar su título mundial de F-2, categoría reservada a coches con dos ruedas motrices y motor sin turbo.