El rock del Siglo XXI llega de la mano de Primal Seream

Con la fórmula que une la tradición rockera y la experimentación sónica contemporánea, los escoceses Primal Scream se han situado a las puertas del año 2000 como uno de los últimos grupos a los que se puede adjetivar de revolucionarios de forma realista. Su audaz propuesta musical, por encima, o mejor, por delante de las modas, recala esta noche en la sala Aqualung, que inicia así la temporada de recitales.Al frente del grupo se encuentra Bobby Gillespie, que ya resultó rompedor cuando en los ochenta tocaba la batería con los también influyentes Jesus & Marichain. A principios de los noventa, el planeta musical tembló con Screamadelica, donde los escoceses centraron las bases del rock dance que vino después. Para muchos comentaristas, Screamadelica ha marcado un antes y un después en la historia del rock y lo colocan como el disco decisivo de los noventa.

Vanishingpoint se llama el último traba o de Primal Seream. Está repleto de psicodelia y electricidad, como se intuía en la canción principal de la película Trainspotting, que anticipó el disco. Con la incorporación reciente del bajista de los desaparecidos Sione Roses, Primal Sercam siguen indagando en ese estilo que les emparenta tanto con los Rolling Stones como con las pistas modernas de baile.

Se acaba de editar una remezcla publicada por Chemical Brothers de Get duffy, incluida en su disco, y dentro de nada saldrán a la luz las melodías que integran Echo dek, unas rarezas que no son más que el mismo Vanishing point, tratado por otros productores y remezcladores. Con el recital de Aqualung, Primal Scream quiere quitarse el mal sabor de boca de su última actuación en España, cuando fue telonero de Red Hot Chili Peppers en Las Ventas.

Primal Scream actúa hoy en Aqualung (paseo de la Ermita del Santo, 48. Metro Pirámides), 21.00. 2.500 pesetas.