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Lorenzo Sanz se une con Asensio para comprar el hipódromo

Vicente González Olaya

La crisis del hipódromo de la Zarzuela ha dado un giro inesperado. Y tal vez definitivo. El presidente del Madrid, Lorenzo Sanz, y el empresario Antonio Asensio se han unido para comprar a Enrique Sarasola, actual propietario, un complejo deportivo y de ocio que suspendió pagos con unas deudas de 6.500 millones. Sanz y Sarasola confirmaron ayer a EL PAÍS que la "operación está a punto de cerrarse". Según Sarasola, "sólo falta concretar algunos flecos". El presidente del Madrid fue más allá: "Puede que haya carreras el 1 de octubre". Ninguno quiso revelar las cifras de la operación. La retirada de Socios Financieros, último grupo inversor interesado en hacerse con el hipódromo, ha sido el detonante de la unión entre Sanz y Asensio.Rafael del Riego, portavoz de Socios Financieros, comenta: "Nuestra retirada es muy clara. Si nos encargábamos del hipódromo, Sarasola debía quedar al margen. No podíamos pedirles a los acreedores que hiciesen una quita [descuento] de la deuda cuando entre los nuevos gestores se encuentra la persona que ha provocado la quiebra".

Del Riego añadió que Asensio y Sanz tienen en mente mantener a Sarasola como integrante de la nueva sociedad que explotará las instalaciones: "Asensio es socio ya en algunos caballos con Sarasola, y Sanz es concuñado de Asensio. Si en algún momento retiran su oferta, nosotros volveremos a presentar la nuestra. Mientras tanto, preferimos quedarnos al margen".

Sanz respondió: "Es una idiotez. Socios Financieros no ha comprado el hipódromo porque no tienen un duro. Ahora han puesto la excusa de Sarasola. La cosa está clara: o pones el dinero o no lo pones. Querían comprarlo por dos duros".

Lorenzo Sanz: "Compro el hipódromo por cariño, porque tengo allí 35 caballos"

Lorenzo Sanz explicó ayer que no compraba las instalaciones hípicas "para hacer negocio". "Lo único que me ha llevado a intentar adquirir el hipódromo es el cariño que tengo por los caballos y por el mundo de la hípica. Tengo 35 animales en el hipódromo. Comprar algo así no se hace por dinero".Sanz fue ayer muy duro con Socios Financieros: "No se puede poner como excusa para no comprar el hipódromo que esté o no esté Sarasola en la nueva sociedad que, por cierto, no va a estar. Lo que ha pasado es que la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar [entidad que cedió la explotación a Sarasola en 1992] les pidió un aval antes de que comenzase la temporada. Y no tenían un duro"

Largas y largas

Por su parte, Sarasola manifestó ayer estar "cansado de las continuas largas de Socios Financieros". "Desde mayo estaban dando largas y largas, pero el dinero no aparecía nunca. Cuando se enteraron de que estaba en conversaciones con Sanz y Asensio, me pidieron una opción preferencial de compra hasta diciembre. Esta gente debe estar acostumbrada a dar largas y largas. Si querían comprar el hipódromo, han tenido tiempo de sobra. Yo creo que lo que deseaban era adquirir la Cibeles por la cara".

Sarasola hizo ayer examen de conciencia al hablar del hipódromo: "Es verdad, me he equivocado, me he confundido y lo he hecho mal. Pero todo ha sido con mi dinero, no con el ajeno. He perdido mucho dinero. Estoy cansado y he sido vapuleado. Por eso no continuaré. De toda formas, estoy contento porque es muy posible que el hipódromo arranque en los primeros días de octubre. Faltan sólo dos o tres cositas para cerrar la operación".

El que fuera el principal complejo hípico español ha mantenido sus puertas cerradas desde el pasado año, cuando la crisis que arrastra se agravó y se dejaron de pagar los premios de las carreras. En julio, la empresa que lo explotaba, Hipódromo de Madrid, presentó suspensión de pagos con un pasivo de 6.500 millones de pesetas.

Esta entidad, controlada por Sarasola, se había hecho cargo de las instalaciones en 1992, tras obtener de Patrimonio Nacional, propietario de los terrenos, la cesión por 22 años de los derechos de explotación. Sin embargo, "la mala gestión", como la califican la mayoría de los profesionales consultados, hizo que los propietarios de los caballos se viesen obligados a marcharse a otros hipódromos españoles y extranjeros e, incluso, a vender sus animales. Sin monturas y sin jinetes, la crisis era galopante. Los empleados no cobraban y comenzaron las manifestaciones para reclamar ayuda a la Comunidad y al Ayuntamiento.

Ofertas extranjeras

Sarasola se propuso entonces encontrar compradores para las instalaciones. Tuvo dos importantes ofertas, encabezadas por un grupo italiano y otro francés. Las reuniones con estos inversores se repitieron durante meses. Pero, finalmente, no se llegó a ningún acuerdo. Mientras tanto, el grupo español Socios Financieros se mantuvo a la sombra, esperando que los inversores extranjeros se retirasen. Y así fue. El mes pasado se hizo público que la única oferta que quedaba en pie era la española. Socios Financieros entró así en los despachos del hipódromo.

Rafael del Riego, portavoz de Socios Financieros, declaró entonces: "La idea es recuperar las carreras para este otoño y convertir las instalaciones en un lugar de ocio para los madrileños. Ya hay un acuerdo de palabra con Sarasola. Sólo faltan algunos detalles que estamos ultimando con el Ayuntamiento y la Comunidad. En septiembre firmaremos la compra".

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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