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BALONCESTO: LIGA A.C.B.

El Madrid destroza al Joventut

El cuadro blanco se regodea liderado por un colosal Orenga

Tenía fiebre Mikhailov. Eso al menos se decía. Magnífica gripe la suya, más que nada porque hizo un partido enorme. Se entronizó en la zona y llevó a las lindes del ridículo a Tanoka Beard. Pero encontró un aliado de lujo: Orenga, otro que tal baila. Se fue a descansar Mikhailov al inicio de la segunda parte y sus números eran ilustrativos: 15 puntos y 8 rebotes. Se marchó al banco Orenga más tarde firmando una tarjeta demoledora: 25 puntos y 9 rebotes. Y se fue entre la atronadora ovación del público y las reverencias del lesionado ArlauckasEl Joventut fue víctima de muchas cosas. De Orenga, claro. Pero también, y sobre todo, de la indolencia de algunas de sus supuestas figuras. La reaparición de Tanoka Beard fue una bendición para el Madrid. Y la presencia de Toolson, el paraíso. Se movió el cuadro badalonés a impulsos. Los de Turner, como de costumbre. Hacían lo de siempre: arrancar, pararse en la línea de triples y lanzar con mayor o menor éxito. Así de sencillos fueron ayer los argumentos del juego -es un decir- del Joventut.

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Turner estuvo a su altura en cuanto a los números. Pero Santos consiguió detenerle y el Madrid se fue arriba. Comenzó a acumular puntos, a hacer insalvable la diferencia. En la pintura, Milchailov y Orenga sembraban el terror. Fuera de ella, incluso Santos se atrevió con tres triples. También lo hizo Herreros, que firmó su triple número 650. En la gloria estaba el Madrid con Turner lanzándolo todo. En otros partidos el Joventut consiguió sacar fruto de su manera de proceder. Ayer no. Ayer Turner no fue más que el máximo instigador de algo así como un insulto al baloncesto.

El Madrid volvió a demostrar que sabe encontrar en ataque la vía adecuada. Que quiere hacer puntos. Pero no se le olvidó defender. La diferencia se fue hasta los 30 puntos, 81-51 cuando quedaban siete minutos. Entonces apareció Toolson; cuando nadie le necesitaba, cuando el protagonismo positivo era exclusivo de los jóvenes Biota y Corrales.

Llegó al regodeo el Madrid. Supo siempre qué hacer y lo hizo bien. Rogers encontró su hueco entre los destacados merced a cuatro soberanos tapones. El Madrid corría, buscaba el más difícil todavía y recuperaba de golpe todo su crédito. Y Arlauckas, de paisano, adorando a Orenga, rey por un día.

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