Hingis apalea a Williams

., Nadie podrá discutir a Martina Hingis el liderato mundial. Nadie puede atreverse a cuestionar la superioridad técnica, táctica y mental de la tenista suiza sobre todas sus rivales. Ni siquiera Richard Williams, el padre de Venus, tendrá nada razonable que alegar a la derrota de su hija frente a Hingis por 6-0, 6-4 en la final del Open de Estados Unidos. Richard Williams convirtió ayer, con sus declaraciones, la gesta de su hija en Flushing Meadow en un asunto racial. Pero nada, ni eso, pudo enturbiar la increíble victoria de Hingis, que conquista así su tercer torneo del Grand Slam (tras el Open de Australia y Wimbledon) en un solo año.

La final de las dos teenagers decepcionó por la absoluta superioridad de Hingis. La suiza, de 16, se mostró más sólida en todos los terrenos y cerró el duelo en 1 hora y 2 minutos. Lo único que aportó Williams fue su tremendo potencial físico. Pero su inconsistencia (38 errores no forzados, por 15 de Hingis) resultó decisiva frente a la regularidad y la solidez mental de la número uno.

La actitud algo soberbia de Richard y de su hija Venus, alcanzó ayer su punto culminante, cuando el padre realizó unas explosivas declaraciones en las que tachaba de racista la actitud de Spirlea -provocó un choque en un intercambio en su partido contra Venus al negarse a cederle el paso por enésima vez- y acusó de racismo a la mayoría de jugadoras del circuito.

"Que Venus le hubiera mordido la oreja, como hizo Tyson ante Holyfield, es lo que se merecía Spirlea", dijo Richard Williams. "Para mí fue un claro acto de racismo". Además, trató a Spirlea y a otras jugadoras de "altivos pa vos blancos". Sin embargo, ayer Venus volvió a demostrar su falta de humildad cuando al entrar en la pista no cedió el paso a la número uno mundial, cuando dijo al final que "Hingis había jugado un poco mejor" que ella, y al no dirigir apenas la palabra a su rival en el protocolo de los premios. Hingis cobrará 103 millones.