Anguita presidirá en Galicia la reunión que aprobará otra lista electoral
El Comité Ejecutivo del PCE se reunió ayer para decidir la fórmula con la que Izquierda Unida romperá con Nueva Izquierda, Iniciativa per Catalunya (IC) y Esquerda Unida-Esquerda Galega. La campaña gallega será el detonante. El PCE, decidió que la dirección de IU, con Anguita a la cabeza, asista a la asamblea extraestatutaria convocada para el día 13 por los críticos al dirigente gallego Anxo Guerreiro. Así quedará claro que quien apoye a la candidatura conjunta de EU-EG y socialistas está excluyéndose de IU y será reo de sanción.
El PCE no parece dispuesto a seguir la máxima de Maquiavelo de "vencer, pero no arrasar". El PCE quiere arrasar con quienes mantienen una actitud crítica con la actual dirección. El comité ejecutivo de ayer registró algunos enfrentamientos, aunque la tónica general fue que nadie quiso quedarse atrás en la exigencia de aplicar la mayor dureza contra los sectores desleales a Anguita. Sin embargo, alguien se preguntó sobre lo que pasará después con Los Verdes -integrados en IU-, que están mostrando un proceso de distanciamiento muy similar al que ahora protagonizan los sectores de Nueva Izquierda, IC y EU-EG.Fueron voces en el desierto. Porque la ruptura, según señalaban asistentes a la reunión -a la que fueron invitados los comunistas críticos a Rafael Ribó, el presidente de IC- se considera ya inevitable. Queda por buscar la forma de llevarla a cabo. Y la campaña gallega no es de las peores.
Si a Anxo Guerreiro le apoyarán Nueva Izquierda e IC, el sector anguitista contará con el aliento del propio Julio Anguita, que ayer animó a la dirección de lU a acudir a la asamblea convocada para el próximo día 13. En ella el sector que lidera Manuel Peña Rey aprobará la presentación de una candidatura alternativa a la pactada por el responsable de EU-EG, Anxo Guerreiro, con los socialistas.
Llamada a rebato
Peña Rey ya intentó convocar una asamblea para echar abajo el acuerdo entre EU-EG y los socialistas. Aunque no ha logrado el 30% de los apoyos que exigen los estatutos, ha convocado una convención para el día 13. Ayer fue el propio Peña Rey quien pidió la presencia en ese encuentro de los dirigentes de IU. Dicho y hecho. Anguita aseguró que allí estaría y llamó a los miembros de la dirección de IU a seguir su ejemplo. Con ello, de paso, se legítima una reunión que, cuando menos, plantea serias dudas sobre su carácter estatutario.
Fuentes de Nueva Izquierda acusaron ayer a Anguita de que con su apoyo a una lista alternativa lo que estaba haciendo era favorecer a la candidatura del PP, partido que se beneficiará de la división de la izquierda, y recordaron que la presentación de otra candidatura no está aprobada por ningún órgano de direccíon de IU.
Pero será el apoyo de Nueva Izquierda de IC a Guerreiro lo Y que servirá para justificar las medidas que la dirección federal de IU adopte contra ambas organizaciones. Con Iniciátiva la ruptura es ya prácticamente un hecho. Hace unos días Víctor Ríos, coordinador de Presidencia de IU, se reunió con dirigentes contrarios a Ribó para estudiar cómo se teatraliza, lo que se considera ya un divorcio al más puro estilo de los Rose. Sin embargo ayer, Antoni Luchetti, enfrentado con Ribó, sorprendió a alguno de los asistentes abogando por hacer un esfuerzo de entendimiento.
Respecto a lo que se haga con Nueva Izquierda, Anguita tendrá que utilizar los estatutos bordeando casi lo irregular para terminar con su expulsión de IU, aunque siempre le quedará el recurso de cargarse de razón en el apoyo que esta fuerza dé en la campaña gallega a Guerreiro. Y es que Dios lo da y Dios lo quita. Por eso, ayer alguno de los asistentes planteó que se retirara a Nueva Izquierda el reconocimiento como partido integrado en IU que el Consejo Político aprobó en su día. Con el apoyo de Anguita, todo hay que decirlo.
Sin embargo, los estatutos de IU no dejan claro cómo se expulsa de la coalición a una de sus organizaciones. Todo hace pensar que, efectivamente, Anguita optará por presentar en la Presidencia Federal que se celebrará el próximo día 10 la propuesta de retirar ese reconocimiento y apelará a lo que después decida el Consejo en el que cuenta con una mayoría holgada.
Imponer la mayoría
Desde su nacimiento, en IU las mayorías se han visto frenadas por la consideración de que en una coalición no debe imponerse la fuerza, sino el consenso. Pero este principio ha sido, quebrado por la presencia abrumadora del PCE que ha impuesto -apelando precisamente al reconocimiento de las mayorías en democracia- sus criterios, en lo que en algunos sectores de la propia organización se ha entendido como una vuelta al viejo centralismo democrático.
Ayer, en ese ver quién llega más lejos, alguno de los presentes propuso, incluso, fórmulas personales: la apertura de expedientes a cada uno de los dirigentes que participen en la campaña gallega apoyando a Guerreiro o que han mostrado reiteradamente su rebeldía y enfrentamiento con la dirección federal. Ni se aceptó ni se rechazó. A partir del día 13 se verá cuál es la metodología. Pero la decisión de lo que ocurra en IU ya está tomada por el PCE.
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