Yeltsin defiende la libertad de elegir dónde y como estudiar

Ayer fue un día especial en Rusia. Como cada 1 de septiembre, se celebró la vuelta al colegio. Millones de niños llevaron flores a sus maestros y todo el equipo dirigente del Kremlin se dedicó a visitar centros educativos, desde el mismísimo presidente, Borís Yeltsin, al primer ministro, Víktor Chernomirdin, y los dos primeros vicejefes de Gobierno, Borís Nemtsov y Anatoli Chubáis.Yeltsin eligió para la ocasión la escuela 1253 de Moscú, y dijo a su infantil audiencia que de entre ellos saldrá quien crecerá y se convertirá el día de mañana en jefe de Estado de Rusia. Y aclaró: "Vosotros, chicos, no déis por sentado que sólo los hombres pueden aspirar a ser presidente. También puede serlo una mujer".

Fuego de artificio en lo que aquí se conoce como el Día del Conocimiento. Pero, además, el líder del Kremlin, en un mensaje radiofónico especial, defendió el cambio en el sistema educativo, que los padres "sean participantes activos en el proceso de enseñanza" y que puedan elegir dónde y cómo deben estudiar sus hijos, incluso, llegado el caso, en el extranjero.

Ahora, señaló, "hay menos diktat desde arriba" y los programas "se han deshecho de la ideología con la que antes se inundaba a los niños desde el primer grado".

Yeltsin reconoció que la situación de maestros y profesores es dramática, y que muchos de ellos no cobran desde hace meses sus salarios. Pero echó balones fuera, culpó a los gobernadores de las regiones donde eso ocurre y prometió, por enésima vez, que todos los enseñantes cobrarán sus atrasos antes de fin de año.