"No volveré a ser segundo"

Andoni Goikoetxea, de 41 años, acaba de volver a la élite del fútbol desde Salamanca. Su paso por el cuerpo técnico de la selección española dejó algunas incógnitas por despejar y varias heridas que cerrar. Siguió la misma senda que recorrió como futbolista, repleta de luces y de sombras. Ahora le espera la Liga de las Estrellas, el miedo al cese y la necesidad del éxito a corto plazo.Pregunta. Usted tiene muy poca experiencia y debuta en la Primera División más dura que ha existido.

Respuesta. Llevo en el fútbol como profesional desde los 18 años. He estado en los mejores equipos, he sido 39 veces internacional y como entrenador conseguí muchos éxitos; por ejemplo, hice debutar a Raúl en la selección Sub 18. Tengo experiencia más que de sobra.

P. Pero a los presidentes no les tiembla la mano cuando de destituir se trata y el suyo está dentro de la norma general. ¿Le da miedo o le resbala?

R. Ni me da miedo ni me resbala. Intento hacer bien mi trabajo y espero que él sepa hacer bien el suyo.

P. Su paso por la selección bien puede ser un lastre.

R. De cara al exterior quizá sí, pero para mí fue una etapa de aprendizaje en la que pude estar con jugadores que entonces eran chavales y ahora son estrellas como Raúl, De la Peña o Morientes. Fue bonito e importante.

P. Pero usted en la selección era un segundo muy segundón, y eso no cuadra mucho con su carácter.

R. Yo sólo era segundo cuando Javier Clemente estaba conmigo en el banquillo, pero cuando no era así el máximo responsable era yo; eso ocurría en el mayor número de las ocasiones. En cualquier caso, Andoni Goikoetxea no volverá a ser segundo en ningún sitio. Donde vaya iré como primer entrenador.

P. ¿Van a ser tan duros sus equipos como lo era usted en el campo?

R. No, no tiene nada que ver. Pido a mis equipos agresividad y fuerza pero también calidad técnica. Yo era yo, y mis equipos son otra cosa.

P. A usted le recuerda mucha gente por las lesiones de Schuster y Maradona.

R. A mí me recordarán por eso, pero supongo que también porque fui 39 veces intemacional, marqué 4 goles con la selección y porque algo de calidad sí que tendría. De mí se puede vender lo que se quiera, pero el que quiera comprar, conmigo sabe lo que compra.

P. Como futbolista quedó marcado por esas dos lesiones, y como entrenador sale por la puerta de atrás de su primer cargo de importancía. ¿Legustan los problemas?

R. Hay lesiones mucho más graves y el jugador no se llama Maradona; la selección la dejé yo pese a tener otros dos años de contrato porque como segundo mi progresión no iba a ser la adecuada. Mi carrera se ha desarrollado así y no me gustan los problemas.

P. ¿Se arrepiente de haber aceptado la oferta del Salamanca?

R. Al principio me lo pensé muchísimo, porque la labor pendiente iba a abarcar más de un año y las exigencias estaban a muy corto plazo; sin embargo, en sólo seis meses conseguimos el ascenso.

P. Pero este año, con tanto fichaje en Salamanca, pueden no darle tanto valor a la permanencia.

R. Los recursos del Salamanca son muy modestos y la permanencia tiene que ser el primer objetivo. Además, no hemos gastado tanto.

P. Entre tanto jugador portugués y brasileño, ¿va a aprender usted el idioma?

R. Los portugueses son muy listos y hablan cada vez mejor el castellano y con un israelí, un belga y mi poco inglés nos apañaremos perfectamente.

P. Usted pensará que el Salamanca es sólo un tránsito hacia metas más elevadas, como entrenar al Athletic.

R. Salamanca me colma y no pienso en nada a largo plazo. Mis ambiciones, y soy una persona muy ambiciosa, están todas en Salamanca.

P. Después de disgustos tan grandes, ¿le quedan ganas de algo?

R. El fútbol me ha dado muchas alegrías, pero también ver cómo un plumilla se dedicaba a machacarme indiscriminadamente me daba rabia por lo injusto. Pero ahí está, la fuerza de voluntad y el trabajo para convencer a todo el mundo de que eres lo contrario de lo que alguno quiere hacer ver.

P. ¿Guarda rencor a Clemente?

R. Cómo voy a guardar rencor a una persona que me embarcó en lo que era la oportunidad de mi vida. Sólo puedo estar agradecido.