Crivillé certifica su regreso en Brno

El regreso de Alex Crivillé a la competición ofreció tintes heroicos. Después de dos meses de inactividad, con la mano izquierda dolorida y sin poder mover del todo el dedo pulgar, el pilotó catalán fue capaz de correr a un alto nivel en el Gran Premio de la República Checa. No sólo terminó la carrera, sino que lo hizo en cuarta posición, a un suspiro del podio. El vencedor de la prueba, de nuevo el australiano Mick Doohan (Repsol-Honda), comprobó que su único enemigo está de vuelta. En las otras categorías vencieron el italiano Max Biaggi (Honda) y el japonés Noburu Ueda (Honda). La cilindrada pequeña coronó al bambino Valentino Rossi (Aprilia) como campeón en Brno.Crivillé acudió a la República Checa con temor. No sabía cómo iba a responder su mano izquierda lesionada, cuyo aspecto aún recuerda la gravedad de sus heridas. Ni siquiera tenía claro si su condición le iba a permitir regresar a la actividad al 100%. Disipó todas las dudas con la demostración de ayer, a pesar de no tener la moto a punto, como la mayoría de pilotos, pues fue el único día del fin de semana en que lució el sol y el asfalto permaneció seco. El cuarto lugar le supo a victoria a quien, a pesar de perderse, cuatro grandes premios, sigue siendo, con su quinta posición, el mejor español en el Mundial.

"Ahora sé que puedo volver a correr al máximo nivel", dijo Crivillé, tan contento como el día que ganó en Jerez hace cuatro meses. "Subir al podio ya hubiera sido más de lo que podía esperar, pero estoy muy satisfecho". Sólo dos décimas de segundo le separaron del cajón, pero prefirió no arriesgarse. Venció nuevamente Doohan, que obtuvo su 11ª victoria del año sobre 12 carreras y la 45 a de un historial que no deja de batir récords.

El piloto australiano, ya proclamado campeón, se impuso con mucha diferencia después de que el único piloto que pudo seguir su ritmo, su compañero japonés Tadayuki Okada, se cayera en la última vuelta. Segundo fue el italiano Luca Cadalora (Yamaha) y el japonés Nobuatsu Aoki (Honda) llegó a la meta con Crivillé a su rueda.

Este resultado de Alex devolvió el optimismo a la representación española que, por lo demás, siguió sumida en un pozo. Carlos Checa (MoviStar-Honda) sólo pudo dar cuatro vueltas antes de retirarse víctima de un poro en la llanta delantera que originó la pérdida de aire en el neumático. Su compañero Alberto Puig terminó 13º mientras que Sete Gibernau (Yamaha) se cayó cuando era séptimo y Juan Bautista Borja (Elf) también abandonó.

El motociclismo italiano, por el contrario, vivió otra jornada de celebración gracias al triunfo de Biaggi en dos y medio y al título de Rossi en 125cc. El tricampeón de 250cc recuperó sus opciones al título, aunque el liderato del Mundial sigue en manos del japonés Tetsuya Harada (Aprilia), tercero ayer. Por su parte, a Rossi, de 18 años, le bastó el tercer puesto para proclamarse campeón a pesar de la victoria de su principal rival, Ueda.

Para los españoles de las cilindradas pequeñas, la cita previa al Gran Premio de Cataluña (14 de septiembre) también fue bastante miserable. En 125cc, Jorge Martínez Aspar (Airtel-Aprilia) se cayó cuando peleaba en el grupo de cabeza. Tampoco acabó su pupilo Gelete Nieto, y no puntuaron ni Josep Sardà (Honda), ni Juan Enrique Maturana (Yamaha). En 250cc, José Luis Cardoso (Yamaha) se clasificó 11º y Emilio Alzamora (FortunaHonda), 12º.