Los que ven los cuernos al toro
Los corredores de San Sebastián cuentan sus impresiones tras una semana de encierros
Los encierros de San Sebastián de los Reyes, que por su ortodoxia le ha valido a la localidad el sobrenombre de la Pamplona chica, concluyen hoy. Las reses de Miura, las más esperadas de las fiestas, pondrán punto y final a ocho días de carreras, emoción y diversión que se ven desde puntos de vista muy diferentes según lo cerca que se haya estado de los pitones. He aquí algunas de las reflexiones de los corredores de esta semana:
La novata
Gloria tiene 24 años y es el primer año que corre los encierros. Lo hace desde la puerta de los valientes, donde se agolpan quienes no quieren pasar excesivos sobresaltos: "Cuando abren, enfilo por la calle abajo y no paro hasta que estoy sentada en la plaza. Por mí, podían soltar elefantes o jirafas, no los veo ni de lejos".
El tacaño
Diego tiene 23 años y lleva cuatro corriendo los encierros; siempre con un único objetivo: ahorrarse las 500 pesetas que cuesta la entrada a la plaza para la suelta de vaquillas. El también espera en la puerta de los valientes: "Yo soy un cagao, no me pongo delante de un bicho de ésos ni en broma, pero si no corro tengo que pagar. Todos los encierros me parecieron igual, pero el viernes lo pasé mal porque los toros fueron muy rápidos y casi nos pillan en la puerta de la plaza.
Los forasteros
Para Ana, Alejandro y Joaquín, los encierros comienzan en Burgos de madrugada: "Salimos a las tres y llegamos aquí sobre las seis y media o siete. Dormimos un rato, luego corremos y nos volvemos a Burgos", dice Joaquín. "Empezamos el encierro a las dos de la mañana, así que venimos sólo cuando hay toros de verdad", dice Ana, que lleva tres años haciendo la ruta. "Yo disfruté mucho el jueves. Fue un encierro muy claro [con mucho sitio] y se pudo correr bien", dice.
El extranjero
Miles Hodle tiene 27 años y nació en Sheffield (Inglaterra). Estudia Bellas Artes y todos los días acude en autobús a los encierros desde su hotel en Madrid: "Me bajo en Alcobendas, corro en los encierros, desayuno y me vuelvo a Madrid a ver cuadros en el museo del Prado. Así me estoy pasando el final de las vacaciones". Vino por primera vez el año pasado con unos amigos de Navarra, pero este año ellos no quisieron repetir y ha vuelto solo. "Dicen que los encierros de toros son mejores, pero yo me lo pasé mucho mejor el martes con los novillos".
El veterano
Manuel tiene 49 años y lleva 20 corriendo los toros. No está dispuesto a dejarlo: "Las piernas van aún rápidas, pero la barriga no perdona. Sigo corriendo, pero hago carreras muy cortitas para no ponerme en peligro yo ni a los demás. Los. novillos son muy rápidos para mí, prefiero los toros como los del jueves, que fueron los mejores".
El pamplonica
Javier lleva ocho años viniendo desde Pamplona para participar en los encierros de San Sebastián. A sus 33 años ha visto de todo y casi prefiere éstos a los de su tierra: "Allí hay muchos que van a correr como si fueran a las elecciones, a exhibirse. Correr no es vacilar y, aunque aquí hay menos ambiente, muchos nos encontramos más a gusto. En Sanse los encierros difíciles se corren sólo preocupándote de los toros y no de que alguien te acuse de quitarle una buena carrera".
El contusionado
Esteban lleva más de 10 años corriendo los toros. Es uno de los habituales en San Sebastián, pero eso no le libró de sufrir un percance en la carrera del viernes: "Cuando peor lo pasas es cuando estás en el suelo sin saber si vienen más toros por detrás". Pese a todo, disfruta de los encierros como el que más. "Para los corredores, el mejor encierro fue el jueves [con toros de Victoriano del Río], porque había espacio para buscar buenas carreras". "Para el público, el más espectacular fue el del viernes [con reses de Luis Algarral, pero estuvo muy trabado y era difícil correr bien".
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