El PSOE se propone recuperar el voto de centro para poder derrotar al PP
La recuperación del voto de centro, imprescindible para. ganar las elecciones, es el principal objetivo del PSOE en el nuevo curso. Los socialistas creen que el PP quiere arrinconarles en el lado izquierdo del espectro político y así lo han advertido con preocupación varios dirigentes en reuniones internas. "Lo peor que nos puede pasar es que demos la imagen de que resucitamos el frente popular", advierte un miembro de la ejecutiva, cuya comisión permanente se reúne hoy por vez primera tras las vacaciones.
"La sociedad está percibiendo favorablemente la política del Gobierno centrista, atado sólo al centro y al interés general". Estas palabras, pronunciadas por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José María Michavila, al presenta el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de junio, confirmaron la preocupación del PSOE ante la posibilidad de que el Ejecutivo de José María Aznar tenga éxito en su venta de una imagen de centro y arrincone a los socialistas en la izquierda. El responsable de Medios de Comunicación del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló a este periódico que el centrismo es también "talante, diálogo y tolerancia", características que negó al Gobierno del PP., Rubalcaba puso ejemplos de "autoritarismo" para restar credibilidad a sus proclamaciones centristas.
Tras las bromas con que los socialistas comentan estas proclamas late, una intensa preocupación por que la especie pueda cundin Así se puso de manifiesto inmediatamente después del 34º congreso, en el que Joaquín Almunia sustituyó a Felipe González como secretario general. Ya en la primera reunión de la nueva ejecutiva algunos veteranos dirigentes se expresaron con nitidez. Manuel Chaves, José Bono y Narcís Serra. fueron los primeros en encender las luces de alarma. Claro está que el Gobierno acababa de decir que el PSOE había "girado a la izquierda" en su congreso.
La inquietud continuó entre los miembros de la dirección del PSOE y en su última runión de julio el asunto volvió a ponerse sobre la mesa. Junto a Chaves y Bono, también los dirigentes gallegos Francisco Vázquez y Abel Caballero lo plantearon. Por eso la cúpula socialista tiene especial interés en desterrar la idea de que Su llamada a la "causa común" se limita a Izquierda Unida. Es más, algunos no ocultan su deseo de que las conversaciones con la coalición que dirige Julio Anguita no lleguen muy lejos. Eso sí, que sean ellos quienes rompan.
Esta visión, según miembros de la ejecutiva, no es compartida por toda la dirección. La posición mayoritaria defiende un cuadro ideal: pactos con IU, coincidencia con los sindicatos y aproximación a las plataformas ciudadanas. Las doce cartas que remitió Al munia invitando al diálogo tienen fundamentalmente como destinatarios a organizaciones sociales que defienden postula dos con los se puede identificar el electorado centrista. Defensores del Medio Ambiente, de la Sanidad y la Educación públicas o de los derechos de los consumidores representan a amplios sectores no adscritos exclusivamente a posiciones de izquierda. Los socialistas re cuerdan que sus diez millones de votos de 1982 no eran todos de izquierdas.
Tres dardos certeros
Mejor que cunda la calma y recordar que el PP tardó 13 años en encontrar una frase certera y mortífera contra el PSOE: Paro, corrupción y despilfarro". Se refiere este interlocutor socialista a las tres palabras con las que el PP caracterizó la etapa de Gobierno del PSOE durante los meses previos a las elecciones.Con vistas a la galería, los socialistas afirman que no les va mal del todo. Ahí están los sondeos, en los que, alternativamente, el PSOE y el PP sienten el aliento del adversario en el cogote. En los análisis internos, sin embargo, el PSOE empieza a interiorizar que su estancia en la oposición puede ser prolongada. El objetivo es no coger postura y trabajar como si el cambio estuviera a la vuelta de la esquina.
Ésta es la actitud de la secretaria general adjunta del Grupo Parlamentario Socialislta, Mercedes Aroz. "Pretendemos que nuestra travesía en la oposición sólo sea de una legislatura. Tenemos ganas y nuevos impulsos con la elección de Joaquín Almunia y en septiembre se notará", asegura.
Esta dirigente ha elaborado un informe sobre la acción de control parlamentario al Gobierno durante el tercer periodo de sesiones, que terminó en julio, en el que se pone el énfasis en las "actitudes" y "talante" del Gobierno, en las que insiste el PSOE para demostrar que el PP no es de centro.
"Se han consolidado las actitudes autoritarias expresadas en los primeros meses de Gobierno y muestran que el PP no acepta de buen grado ser controlado democráticamente", escribe Aroz en su informe. "La actitud autoritaria del Gobierno se manifiesta en su resistencia al control parlamentario; sus ataques a la oposición y su negativa a la rectificación", agrega. La crítica a la intervención del Gobierno, a su indisimulada "mano" en el poder financiero, en el judicial y en los medios de comunicación, es uno de los ejes básicos sobre los que quiere centrarse la oposición socialista al PP.
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