La hazaña de Antón y Fiz confirma la hegemonía del maratón español

El maratón, la mitica carrera de 42,195 kilómetros, sigue siendo un asunto español. El soriano Abel Antón sucedió al vitoriano Martín Fiz como mejor maratoniano del mundo al ganar ayer en Atenas el Mundial. Pero Martín Fiz, el hombre que descubrió que los españoles también podían ganar en la especialidad más dura, no cedió el trono a cambio de nada: ganó la medalla de plata. El sexto puesto del madrileño Fabián Roncero y el 15º del leonés José Manuel García concedieron, además, a España, la victoria en la Copa del Mundo y confirmaron la hegemonía española en el maratón.Martín Fiz, pese a no ganar como en Helsinki 94 o Gotemburgo 95, hizo la mejor carrera de su vida. Un ataque suyo, en el kilómetro 24 de la prueba, dinamitó la carrera. Sólo Antón aguantó su tremendo ritmo. El vitoriano no cejó en los 18 kilómetros que quedaban hasta el histórico estadio Panathinaikos, pero Antón no se despegó. Sabía que era más rápido en los metros finales. Así sucedió. A falta de 300 metros, el soriano atacó incontenible hasta el oro. Cruzó la meta escoltado por un pasodoble antes de ser coronado con el laurel de los vencedores.

La hazaña de ambos es una de las mayores en la historia del deporte español, comparable a los éxitos de Induráin y Olano en los Mundiales de ciclismo de 1995 y en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96.